Desde las alturas de sus torres de vigilancia, miembros de la Unidad de Salvataje de la Policía Nacional del Perú avistan el horizonte, atentos ante cualquier emergencia que pueda ocurrir con los bañistas, como los 45 rescates en playas que realizaron en las últimas dos semanas.
Basta con recibir una señal para que el grupo de salvavidas, pilotos de motos acuáticas y hasta buzos, provistos con salvavidas y un equipo conocido como dispositivos de flotabilidad de rescate, nadan con rapidez hasta llegar donde aquel bañista que se encuentra en peligro.
Una vez cerca, cuatro salvavidas evalúan el estado de la persona, si puede desplazarse nadando con ayuda o si es que requiere ser trasladado en las motos acuáticas hasta la costa. Entonces, al llegar el rescatado es tendido en la arena donde se le brindan los primeros auxilios.
El rescatista coloca las manos entrelazadas en el centro del tórax sobre el esternón de la víctima para reanimarla, en caso esto no funcione procede a brindarle respiración boca a boca hasta que reaccione. Cuando la víctima se encuentra fuera de peligro, los rescatistas le preguntan su nombre y si viene acompañado de alguna persona, luego se le advierte que no debe ingresar en estado de ebriedad o cuando el oleaje es anómalo.
Si a pesar de estas acciones no se logra revivir al rescatado, los miembros de la Unidad de Salvataje trasladarán a la víctima en una ambulancia hasta el hospital más cercano. Son más de 15 buzos dedicados a la búsqueda y rescate de personas en peligro de ahogarse o de aquellos que encontraron la muerte en las profundidades del mar.
La principal causa de las emergencias, según el jefe de la Unidad de Salvataje, Aldo Chang, es la imprudencia de las víctimas que ponen en peligro sus vidas al ingresar al mar cuando el oleaje es engañoso o que hacen carreras en el mar luego de beber alcohol.
"En las playas de Lima durante la temporada de verano pasada, atendimos más de 1, 300 emergencias y rescatamos cinco cuerpos de personas fallecidas por ahogamiento. Este verano seguiremos con nuestras labores para tratar de reducir estas cifras", refirió Chang en diálogo con la agencia Andina.
Finalmente, luego de atendidas las emergencias, que llegan a ser 15 por día, los rescatistas vuelven a sus puestos ubicados en las 180 playas de Lima, atentos nuevamente ante cualquier contingencia que pueda presentarse, siempre dispuestos a continuar con su labor de salvar vidas.
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