La Municipalidad Provincial presentará oficialmente, el próximo miércoles 18 de enero, el programa de actividades del Carnaval 2017, así como el afiche y toda la información concerniente a esta tradicional y popular festividad, que consagra a Cajamarca como la capital del carnaval peruano.
Esta presentación se realizará en conferencia de prensa a realizarse en la sede de la Municipalidad Provincial, en una hora por confirmarse, según indica un comunicado publicado por el gobierno local.
En dicho documento se aclara que los programas y afiches que vienen circulando actualmente referidos al carnaval no son oficiales, y por ello instó a quienes estén publicando este tipo de información a no confundir a la población.
El carnaval cajamarquino se destaca por sus coplas, bailes y disfraces de abundante colorido. La música y la alegría son el tenor de las festividades, además de los juegos con agua, talco, serpentinas y pintura.
La festividad comienza el sábado de carnaval, con la entrada del “Ño Carnavalón” a la ciudad. Este personaje simboliza la algarabía que se vivirá en los próximos días. Al día siguiente, domingo de carnaval, se realiza el desfile de patrullas y comparsas.
El lunes es el día central y tiene a la Plaza de Armas como escenario del Gran Corso de Carnaval, uno de los más pintorescos espectáculos que se realizan en Cajamarca y en todo el Perú. Cientos de carros alegóricos representantes de cada barrio e instituciones desfilan por las principales calles de la ciudad y la Plaza de Armas. Las reinas reciben el aplauso y silbidos de admiración del público apostado en las calles.
El martes de carnaval se conmemora la muerte y velorio de “Ño Carnavalón”. La gente sale vestida de luto y sus “viudas” no se cansan de llorar sobre su ataúd colocado en el barrio de Santa Apolonia. Mientras tanto, el pueblo “sufre” esta muerte con alborozo y comparte un suculento caldo de cabeza que es distribuido entre los concurrentes.
El miércoles de ceniza se realiza el entierro del “Ño Carnavalón” en el distrito de Baños del Inca, previa lectura del testamento de este personaje, que deja picarescos y sarcásticos bienes a las autoridades y personajes del lugar, lo que provoca la risa entre los presentes. Después de leerse el testamento se procede a quemar al “Ño Carnavalón”, entre el llanto desconsolado de sus viudas.
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