Andina

Dinamarca y los motivos de su fe en un nuevo milagro en la Eurocopa

Los daneses enfrentarán el miércoles 7 de julio a Inglaterra por las semifinales

Dinamarca quiere seguir sorprendiendo en la Copa América aferrado a su fe

08:25 | Bakú, jul. 4.

Un gran arquero, 25 discípulos unidos, una biblia del juego y un mártir, Christian Eriksen: Dinamarca tiene motivos para creer en nuevo milagro, volver a conquistar la Eurocopa 19 años después.

'Queremos atacar'

¡Vikingos al abordaje! "Nosotros queremos atacar, creo que sólo Italia atacó más que nosotros en la Eurocopa", estima Kasper Hjulmand.

Discípulo de Johan Cruyff, al que ha citado varias veces en rueda de prensa, el seleccionador danés ha construido un colectivo extraordinario que tiene el arco rival entre ceja y ceja de forma constante.

Más allá de su plan de juego ofensivo, Dinamarca sabe asimismo hacer daño a balón parado. El sábado, el cuarto de final en Bakú ante República Checa se desbloqueó en un córner.

"El sueño de la Eurocopa continúa, nosotros creemos en el papá Hjulmand", tituló en portada el periódico Ekstra Bladet este domingo. El nombre del seleccionador se pronuncia, en efecto, casi como 'Julemand', el nombre de Papá Noel (Santa Claus) en danés.

Rotaciones

El fondo de armario es el otro punto fuerte del combinado danés.

"Nuestro estilo de juego reclama mucha intensidad, nosotros utilizamos muchos jugadores, cambiamos mucho de equipo, hacemos los cinco cambios para conservar una intensidad elevada", explicó Hjulmand.

Como ejemplo, cuenta con dos puntas intercambiables que se complementan a la perfección; Yussuf Poulsen (2 goles en tres partidos como titular), marca diferencias pero precisa de muchas ocasiones de gol para marcar, mientras que 'Iceberg' Dolberg toca pocos balones, pero no perdona (3 goles en dos titularizaciones, en cuartos y en octavos).

Ese abanico de posibilidades permite repartir las cargas. "Estamos cansados, vaciamos el depósito en cada partido", asegura el centrocampista Thomas Delaney.



Un gran arquero

No hay un gran equipo sin un gran arquero. Y Kasper Schmeichel lo es, como demostró ante Patrik Schick y sus compañeros checos cuando buscaban el empate.

Cuando afirmaba antes del torneo que el objetivo de Dinamarca era ganar la Eurocopa, muchos seguro que pensaron que bromeaba.

"Hay que soñar en grande y la pregunta que tenemos que hacernos es '¿por qué no nosotros?'", lanzó.

Él sabe como pocos que hay que creer, porque en su maleta, Schmeichel transporta una herencia doble.

La de su padre, arquero de los inmortales campeones de Europa en 1992, y la de la mayor sorpresa de la historia de la Premier League, el título de campeón del Leicester en 2016, una epopeya de la que fue protagonista bajo palos.



Y un ángel guardián

Por último, Dinamarca disputa sus últimos partidos con el 'espíritu Eriksen', su estelar volante que se recupera de un problema cardíaco sufrido sobre el césped en el primer partido de la Eurocopa, ante Finlandia.

"Christian escribió (en las redes sociales) lo muy orgulloso que estaba de nosotros. Él tendría que estar ahí, es algo que aún nos carcome", expresa Delaney.

Aquel incidente en Copenhague visto en directo a nivel planetario convirtió de alguna manera a Dinamarca en el equipo de todos los aficionados imparciales, "yo lo percibo realmente", confiesa Hjulmand.

"Los valores fundamentales del fútbol resurgieron durante esos minutos de justo después" del problema de Eriksen, prosigue el seleccionador. "Si nosotros simbolizamos un poco eso, yo no podría ser más feliz".

"Nosotros queríamos ir a Wembley ¡qué viaje ha sido...! Estamos muy orgullosos de estar allí, mi generación creció con los recuerdos de 1986 (octavos de final del Mundial de México) y de 1992". La fe.



(FIN) AFP/JSO

Publicado: 4/7/2021