¿Qué tipo de sociedad buscamos crear? El Día Mundial del Hábitat, que se conmemora el primer lunes de octubre, es una fecha de reflexión sobre la interacción entre el ser humano y el ambiente que lo acoge. Esta efeméride nos recuerda la necesidad imperante de promover un desarrollo sostenible y una planificación urbanística que resguarde la integridad de nuestra casa global.
Este día resuena como un eco de conciencia global sobre la urgencia de concebir y preservar asentamientos humanos sostenibles y resilientes. Es una jornada en la que se honra el lugar que todos compartimos: el planeta Tierra, y se nos recuerda la responsabilidad que cada uno de nosotros tiene en su cuidado y desarrollo.
La ONU, en su rol preeminente, funge como faro guía en la promoción de políticas y prácticas que honran la esencia del Día Mundial del Hábitat. Su labor es trascendental en la defensa de ciudades y comunidades que se erijan como pilares de equidad y justicia social.
Bajo su tutela, se aboga por la creación de espacios donde cada individuo, sin importar su origen o condición, pueda encontrar un refugio digno y seguro para forjar su destino.
En este día, la reflexión cobra un matiz crítico. La expansión urbana descontrolada, la segregación espacial y la escasez de viviendas asequibles emergen como desafíos apremiantes.
La ONU, con su perspicacia estratégica, nos insta a forjar un horizonte urbano que conjugue desarrollo y sostenibilidad, que entrelace progreso económico con preservación ambiental, y que resguarde el bienestar de las futuras generaciones.
Este día nos invita a asumir la responsabilidad colectiva de forjar entornos que enaltezcan la dignidad de todos sus habitantes, sin distinción ni privilegio. Es un tributo a la visión de un mundo donde cada ciudad sea un reflejo de la armonía entre el ser humano y su entorno, un testimonio de la posibilidad de construir un mañana más justo y equitativo.