Andina

Destacan obra del padre Juan Serpa al cumplirse un mes de su muerte

El padre Juan Serpa. junto a los ministros José Antonio Chang y Antero Flores Aráoz, en la casa albergue de Huachipa, una semana antes del fallecimiento del religioso.

El padre Juan Serpa. junto a los ministros José Antonio Chang y Antero Flores Aráoz, en la casa albergue de Huachipa, una semana antes del fallecimiento del religioso.

14:58 | Lima, ene. 22 (ANDINA).

Al cumplirse un mes del fallecimiento del párroco de Monserrate, Juan Serpa, el ministro de Defensa Antero Flores Aráoz destacó la obra emprendida por el religioso, como el dar albergue y un oficio a chicos necesitados en su casa albergue de Huachipa, al tiempo de hacer votos para que este legado perdure muchos años.


Flores Aráoz reveló haber cultivado una gran amistad con el padre Serpa y que tuvo la oportunidad de visitarlo, junto al titular de Educación, José Antonio Chang, en Huachipa, que alberga a 150 alumnas de diversas provincias de la sierra, una semana antes de su irreparable pérdida, el pasado 22 de diciembre.

Fue precisamente la premisa del religioso "Nadie es tan pobre para no ayudar, ni nadie es tan rico para no necesitar de otro", que el Padre Serpa cultivó sinceros amigos y colaboradores, entre ellos el entrañable vínculo que lo unió aAntero Flores Aráoz, actual Ministro de Defensa.

Por ello, para continuar con la obra del padre Serpa, la parroquia y colegio de Monserrate así como la casa-albergue, la administración a cargo pidió a la población ayuda en papel, material que es vendido para solventar los gastos de educación de los niños.

En el colegio Monserrate los menores no solo aprenden las materias ordinarias, sino también química, física, computación, música, danza y folclore.

Serpa llegó en 1976 a la difícil calle Callao en el Cercado de Lima, para asumir el encargo de ser Párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de Monserrat, y luego, en 1985 de la Iglesia de San Sebastián, segundo templo mas antiguo de nuestra ciudad, y donde se bautizó Santa Rosa de Lima.

Ambos templos se encontraban en un lamentable abandono, la labor del Presbítero fue transformarlas, en base a fe y trabajo, en verdaderos templos de oración y de ayuda al prójimo, al restaurar sus estructuras y constituir ahí la escuela y el comedor que en nuestros días llega a albergar a 2 mil niños de condición humilde.

Pero el principal logro para Serpa, fue siempre el valor humano. La recuperación de la fe de los habitantes de la zona, la formación de su iglesia y conseguir aunar sus esfuerzos en favor de la construcción de una obra benefactora principalmente de sus hijos.

Cabe recordar que Serpa fue el primer sacerdote en oficiar una misa en idioma quechua en la Catedral de Lima, en 1974.

 La última obra del Presbítero Padre Serpa fue la inauguración, en Huachipa, de un instituto parroquial de enseñanza superior, para capacitar a mujeres adolescentes provincianas, relegadas muchas veces en sus comunidades de este tipo de educación.

(FIN) JJO/RRR


Publicado: 22/1/2009