13:59 | Lima, ago. 07 (ANDINA).
Las secuelas más graves que sufre una mujer maltratada física o sicológicamente son las de tipo mental, entre ellas, la depresión, un síndrome caracterizado por una profunda tristeza y la inhibición de las funciones psíquicas, alertó hoy el Centro de Atención Psicosocial (CAPS).
La sicoterapeuta Carmen Wurst, coordinadora del Centro, indicó que, debido a los recurrentes casos de maltrato hacia el género femenino, hay más mujeres que hombres con este mal, habiéndose registrado porcentajes del orden del 34 por ciento y 18 por ciento, respectivamente.
“Cuando se hace la relación violencia-depresión se encuentra que la violencia de género es una de las causas más importantes de ese problema de salud mental”, comentó en entrevista con RPP.
La especialista sostuvo que el feminicidio (asesinato de mujeres) no es un hecho que ocurre repentinamente, sino que, por el contrario, parece la crónica de una muerte anunciada, porque las víctimas en algún momento previo acudieron a la comisaría, a un Centro de Emergencia Mujer, o a un centro de salud, por la violencia sufrida.
“Entonces, hay un perfil de riesgo que debe manejar la Policía, el centro de atención primaria en salud o el Centro de Emergencia Mujer, cuando hay ciertos indicadores, como la permanente amenaza contra la mujer, la posesión de un arma, o un hombre que se alcoholiza o se droga en el hogar”, anotó.
En se sentido, opinó que es necesario buscar mecanismos para fortalecer a la mujer y recuperarla, a fin de que pueda enfrentar la violencia y que se sienta sujeta de derecho.
"Ellas no deben creer que es 'normal' que la golpeen y la maltraten porque simplemente no le dan a sus maridos la comida caliente o la ropa limpia. Hay un sentimiento de culpa y eso es parte del proceso de violencia”, sostuvo la experta.
Manifestó que en su experiencia ha podido ver que la mayoría de mujeres víctimas de maltrato puede generar sus propios recursos para sostener a los hijos cuando rompan con el agresor. "Algunas hasta mantienen al agresor, pero no son capaces de reconocer todas sus potencialidades”, subrayó.
Wurst anunció que próximamente el Centro de Atención Psicosocial (CAPS) y el movimiento Manuela Ramos, con apoyo de la Comunidad Europea, lanzarán una campaña a favor de la salud mental de las mujeres.
Según datos del Ministerio Público, de enero a diciembre de 2009 se registraron en Perú 135 víctimas de feminicidio; mientras que en 2010 la cifra se redujo a 130; y de enero a marzo de este año hubo 10 muertes de mujeres a manos de sus parejas o por ex parejas.
De acuerdo con lo anunciado por la ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Aída García Naranjo, esta semana su sector presentará iniciativas para modificar el Código Penal, a fin de tipificar el feminicidio como un delito de género.
A su vez, la Defensoría del Pueblo ha pedido que, en el marco de las anunciadas reformas para tipificar el feminicidio como un delito de género, también se considere elevar los montos de las indemnizaciones o reparaciones económicas a favor de los deudos de las mujeres victimadas.
Eugenia Fernán-Zegarra, adjunta para los Derechos de la Mujer de esa entidad, indicó que en algunos casos los montos reparatorios dispuestos por los jueces son ínfimos y no guardan relación con el daño causado por la muerte de una mujer que era el sostén de su familia.
El CAPS es una institución sin fines de lucro dedicada a la atención psicológica y social humanitaria. Tiene como misión recuperar la salud psíquica de las personas afectadas por la violencia política y social, y pertenece a la Coordinadora Nacional De Derechos Humanos
(FIN) ART/RRC
Publicado: 7/8/2011