Declaran Patrimonio Cultural de la Nación a bula papal de 1952 en Puerto Maldonado

Documento histórico revela estructura eclesiástica, continuidad de misiones en la Amazonía y prácticas diplomáticas

ANDINA/Difusión

ANDINA/Difusión

12:10 | Lima, may. 10.

El Ministerio de Cultura declaró como Patrimonio Cultural de la Nación al documento titulado “Bula de nombramiento de Javier Ariz Huarte para coadjutor de la Vicaría de Puerto Maldonado (21/02/1952)”, por su alto valor documental, histórico y social, en el contexto del desarrollo de las misiones católicas en la Amazonía peruana a mediados del siglo XX.

El documento, actualmente bajo custodia del Archivo General de la Nación tras su incautación, fue reconocido oficialmente mediante la Resolución Viceministerial N° 000105-2025-VMPCIC/MC, firmada por la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Moira Novoa.

Aunque data del siglo XX, esta bula refleja una estructura documental eclesiástica que ha permanecido casi inalterable desde la Edad Media, y cuya forma inspiró incluso a documentos reales de las antiguas cancillerías europeas.

Valor documental y origen de la “bula”


La bula papal es un documento oficial emitido por el pontífice, caracterizado históricamente por un sello de plomo colgante conocido como bulla. Este término deriva de un medallón romano usado por los hijos varones de las familias patricias hasta el momento de portar la toga. Con el tiempo, el término pasó a designar no solo el sello, sino el documento entero.

En el siglo XIII, las bulas eran el instrumento principal de comunicación formal de la Santa Sede. Más adelante, durante el pontificado de Eugenio IV (siglo XV), surgieron los breves papales, versiones simplificadas destinadas a resoluciones puntuales.

Valor histórico y eclesiástico


La bula de 1952 constituye una fuente primaria para el estudio del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, que en aquella época cumplía medio siglo de labores en la selva peruana. En ella se designa al sacerdote Javier Ariz Huarte como vicario coadjutor, con la misión de apoyar y eventualmente reemplazar al titular del vicariato, cuya salud ya no le permitía continuar con los arduos desplazamientos hacia las comunidades amazónicas.

El documento ilustra cómo la Iglesia aseguraba la continuidad de sus misiones en zonas remotas, a través de la designación de autoridades auxiliares capaces de realizar viajes riesgosos por territorios aún incomunicados.

Valor social y registro histórico


La figura del vicario coadjutor no implicaba reemplazo inmediato, sino asistencia operativa y pastoral, garantizando que la labor misional no se interrumpiera. El valor social del documento radica en este reconocimiento explícito de la importancia del rol físico, pastoral y logístico que implicaba la evangelización amazónica.

Los logros de estos misioneros fueron registrados en publicaciones como la revista Misiones Dominicanas del Perú (fundada en 1919), en cuyas ediciones 29 y 30 se encuentran informes sobre la organización de las misiones en Madre de Dios entre 1948 y 1949, reforzando el contexto histórico de esta bula.

Con esta declaratoria, el Ministerio de Cultura reafirma su compromiso con la preservación del patrimonio documental eclesiástico, como parte integral de la memoria histórica del país.

Más en Andina:



(FIN) NDP/JAM

Publicado: 10/5/2025