Debido a la nueva expansión del covid-19 y la amenaza de la variante ómicron, autoridades locales, iglesia católica, asociaciones folclóricas y la feligresía decidieron suspender las actividades religiosas y tradicionales en honor al patrón San Sebastián.
Los actos conmemorativos que se centraban el 20 de este mes en el centro histórico del distrito de San Sebastián, ubicado al sur de la ciudad del Cusco, solo se recordará con una misa en la Plaza de Armas, cumpliendo el protocolo sanitario.
A este lugar llegarán delegaciones reducidas de las 22 danzas típicas con sus respectivos caporales, y con ellos por delante miembros del Arzobispado del Cusco, la Parroquia de San Sebastián y autoridades civiles. Aquí se espera tener una cantidad limitada de público, pese a la gran devoción al santo.
“El 20 de enero no saldrá en procesión nuestro patrón y la misa será la única forma de recordarlo. Esta medida se acordó en una última reunión. Para nosotros es muy triste no recordarlo con nuestras costumbres, pero pediremos por la salud de Cusco y el mundo”, manifestó Juan Zevallos, representante de la danza Majeños.
En el acuerdo se indica que las 22 asociaciones folclóricas participan de misas de novena, desde el 26 de diciembre hasta el 19 de enero.
“La misa será desde las 10 de la mañana, parte de la feligresía recordará este día y si bien nosotros sus danzantes no podremos bailar, volveremos a nacer cuando termine la pandemia, y haremos el tradicional recorrido”, finalizó Juan Zevallos.
La festividad en honor al Patrón de San Sebastián se realiza desde tiempos remotos en el lugar donde se libró la Batalla de Las Salineras, el 6 de abril de 1538 entre las huestes de los conquistadores Francisco Pizarro y Diego de Almagro. En este escenario se encuentra hoy Plaza de Armas con su imponente templo colonial.
La festividad al Santo Patrón en este distrito no es como la de décadas pasadas, pues el 16 de setiembre del 2016 se produjo un incendio que consumió casi el 80 por ciento de las obras de arte religioso. El siniestro duró cerca de cinco horas. Aquel día la población lloró en los exteriores.
Los trabajos de restauración de la estructura y las obras de arte se encuentran en la fase final. Estas no pudieron ser entregadas para las celebraciones al santo y ceremonias religiosas, pues aconteció la pandemia y por casi dos años más hay restricciones para conmemorar cualquier actividad.
(FIN) PHS/LZD