“¡Yo soy Túpac Amaru!” gritaron cusqueños en la plaza del mismo nombre, del distrito de Wanchaq, durante la escenificación de la gesta revolucionaria de José Gabriel Condorcanqui Noguera, Túpac Amaru II, que tuvo inicio un día como hoy de 1780.
Al pie de la estatua del gran líder indigenista se celebró con un acto protocolar aquella histórica fecha, a la cual concurrieron autoridades políticas locales, castrenses y la sociedad civil, para dejar sus arreglos florales y su sentido reconocimiento por aquella rebelión.
La agrupación teatral “La Casa de Cartón” mostró escena de tortura a la que fue sometida la familia de Túpac Amaru II en el Hawkaypata o Wakaypata, pasajes de la humillación por español y los mensajes de aquel cruento episodio que desencadenó más reacciones en el sur del país, américa y el mundo.
Las autoridades reflexionaron sobre los abusos de corregidores españoles, la explotación, el cobro desmedido de los tributos, la injusticia y otros aprovechamientos de la época, a la cual se oponía José Gabriel Condorcanqui, y en adelante se levantó en justa lucha de emancipación.
La rebelión comenzó un 4 de noviembre en el ahora distrito de Tinta, ubicada en la provincia de Canchis. Su gente consciente de la dominación del yugo español, apresó al corregidor de Tinta, Antonio de Arriaga, a quien posteriormente lo ejecutaron ante los ojos del pueblo.
Ganó la batalla en Sangarará que se libró solo dos semanas después de su rebelión, recorrió el sur del virreinato, intentó tomar la ciudad del Cusco, consiguió que se sumaran más adeptos a sus reclamos y su clamor de libertad, pero lamentablemente el 18 de mayo del año siguiente fue descuartizado por las fuerzas realistas que usaron hachas, al no haber podido cuatro caballos.
William Peña Farfán, alcalde de Wanchaq, señaló a la Agencia de Noticias Andina que la escenificación busca la reflexión sobre la discriminación, desigualdad e injusticia difíciles de erradicar “todas las autoridades estamos haciendo el esfuerzo. Por ejemplo, no tenemos acceso a la salud, ni a la educación. Nuestros representantes de otros niveles tienen seguros, frente a los ciudadanos comunes y corrientes. La justicia no se da en su plenitud, los que no tienen recursos son sometidos a sentencias perjudiciales”, subrayó.
La gesta revolucionaria sentó un precedente para las futuras reacciones de independencia en américa, incluso Europa; Miguel Tinajeros Arteta, asesor legal del municipio distrital, sostiene que en estos 243 años de la gesta revolucionaria de Túpac Amaru II, no se ha logrado esa identidad propia y peruana.
“El mensaje que se puede dar es que necesitamos encontrar una identidad y eso permitirá que tengamos un solo norte, un trabajo coordinado entre autoridades de los tres niveles de gobierno. Túpac Amaru se adelantó a su tiempo”, afirmó, pues luego hubo repercusiones al otro lado del mundo, como la Revolución Francesa en 1789.
(FIN) PHS