La sagrada imagen del Señor de Qoyllur Riti fue visitada por miles de fieles católicos provenientes de la ciudad del Cusco, provincias, el sur del país y turistas, durante su festividad que se celebró sin esta vez restricciones, después de los difíciles momentos a causa del Covid-19.
La feligresía se enrumbó al reencuentro con el milagroso “Cristo Campesino” por la vía Interoceánica a Madre de Dios hasta el distrito de Ocongate Quispicanchi, y pese a las bajas temperaturas por debajo de los 0 grados, ascendió al paraje del Sinakara, lugar donde está situado el santuario.
En el espacio, que está sobre los 4,300 metros sobre el nivel del mar, miles de ukumaris o pablitos, danzantes, músicos y representantes de la Iglesia Católica participaron de misas y procesiones con el Señor de Tayankani, lo cual fue seguido por los fieles civiles con velas, rezo y cantos religiosos.
Monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, arzobispo de Cusco, presidió las eucaristías y procesiones. En el espacio donde apareció Dios, se destacó el retorno a la fe después de la pandemia que lamentablemente se llevó a muchas personas devotas del Señor de Qoyllur Riti.
Los tradicionales ascensos a lo poco que resta de los nevados en el Apu Kolkepunku (sobre los 5,300 msnm) se cumplió, la Nación Paucartambo, considerada como la primera y más antigua subió con sus pablitos para encomendarse por medio de la deidad andina, a que el Señor de Qoyllur Riti no desampare a sus hijos.
José Luis Mamani León, presidente de la Nación Paucartambo destacó la reactivación de esta fiesta andina católica que se vio afectada en los últimos tres años “después de tres años regresamos con todo derecho de seguir nuestros usos y costumbres. Estamos fortalecidos al 100%”, dijo a la Agencia Andina.
La devoción al Taytacha Qoyllur Riti recibió probablemente, más fieles que antes de la pandemia, ávidos por el perdón a sus pecados; reflejo de ello es que cada vez más espacios de pareja son habilitados para acampar y participar de la semana se celebraciones.
Las Naciones Peregrinas, fieles a sus usos y costumbres, cumplieron con la “Ruta de las 24 horas” que es el complemento del peregrinaje comunidad de Mahuayani-Santuario y Santuario-Ocongate, se desplazaron haciendo simp’as o “trenzas humanas” por mesetas y valles de Ocongate.
Al aproximarse a la ciudad de Ocongate participaron del tradicional “Inti Alabado”, que es la celebración a la salida del sol, que, por esta época de heladas se espera sus rayos con más intensidad. Este ritual es con una hilera de fieles que se apostan en una lomada.
Finalmente, culminaron con más simp’as a la “vista” del Apu Ausangate hasta llegar a la iglesia de Tayankani y retornar a sus lugares de origen hasta el próximo año cuando.
“Nos sentimos emocionadísimos con esta peregrinación después de tres años, muchos de nuestros hermanos emotivamente se pusieron a cantar a llorar al ver a nuestro papá”, resaltó a la Agencia Andina Willington Callañaupa Quispe, presidente del Consejo de Naciones Peregrinas, al sostener que cerca de un millón de personas habrían llegado al santuario este año.
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(FIN PHS/MAO
JRA