De manera extraordinaria y en un vehículo motorizado, las imágenes del Señor de los Temblores y la Virgen de Belén saldrán en procesión por las calles del Cusco el domingo 10 de mayo, Día de la Madre y cierre de la octava semana de cuarentena nacional por el coronavirus, confirmó hoy el arzobispo Daniel Alarcón Urrutia.
El representante eclesiástico hizo este anuncio después de una reunión con representantes de la prefectura regional, la Dirección Regional de Salud (Diresa), el Ejército Peruano, la Policía Nacional, el Ministerio Público y el Cuerpo de Bomberos.
“El Taytacha y Nuestra Reina de Belén han sido declarados patrones del Cusco, un hecho que ha calado mucho en el alma del cusqueño –dijo monseñor Alarcón–; y, ahora que estamos viviendo momentos difíciles por la pandemia del covid-19, la población tiene el anhelo de contemplarlos y sentir su presencia”.
El Gobierno central anunció recientemente que desde el lunes 11 de mayo se reanudarán progresivamente algunas actividades esenciales, pero ello no significará un relajamiento de las medidas de salubridad para contener el covid-19, la enfermedad que ha dejado hasta hoy 1,344 fallecidos en todo el país. La 'regla de oro' en la etapa posterior a la cuarentena será la distancia social, comentó el ministro de Salud, Víctor Zamora, en una entrevista.
Mensaje de esperanza
El objetivo de la procesión será extender la bendición y llevar un mensaje de esperanza a los cusqueños, añadió el arzobispo. “La procesión llegará a hospitales, al penal de Qenccoro, irá por avenidas y calles amplias y las familias podrán apreciarla desde sus hogares. La ruta está en evaluación”.
Antes del recorrido procesional habrá misas sin público, tanto en el Templo de Belén, ubicado en el distrito de Santiago, como en la Basílica Catedral. La primera será a las 7:00 de la mañana y la segunda a las 8:00 horas.
El coronel PNP Wilbert Leyva Durán, jefe de Orden y Seguridad de Cusco, señaló que se articulará capacidades y, bajo un plan, los policías saldrán a dar seguridad y hacer cumplir de manera estricta el aislamiento y el distanciamiento social.
Por su parte, el prefecto Julio César Hancco Palomino comentó que la responsabilidad mostrada por los cusqueños durante la cuarentena se ha unido a la fe para lograr resultados alentadores en esta coyuntura difícil. “Es un milagro que en Cusco no haya enfermos en cuidados intensivos con covid-19; la mayoría son asintomáticos”.
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(FIN) PHS/CCH