Uno de los momentos más complejos en la vida de Flor Márquez fue cuando le diagnosticaron cáncer de páncreas. Se trata de una enfermedad difícil de hallar pero también de tratar. Por eso las largas sesiones de quimioterapia no tuvieron los resultados esperados. Sin embargo, una luz de esperanza apareció con un novedoso procedimiento llamado electroporación irreversible (IRE, por sus siglas en inglés), aplicado en el Hospital Edgardo Rebagliati de EsSalud, con el que prácticamente volvió a nacer.
En el año 2019, esta enfermedad ya comprometía la arteria mesentérica superior (encargada de la irrigación de las estructuras del intestino medio), lo cual obligó a Flor a someterse a continuas sesiones de quimioterapia que culminaron en el 2021 sin los objetivos alcanzados.
Al año siguiente, en el 2022, fue admitida para la intervención innovadora IRE. Hoy, esta paciente de 64 años, muestra resultados muy alentadores porque no hay evidencia de un cáncer activo después de 18 meses de realizado el procedimiento.
Solo el 2% de casos es operable
El doctor César Rodríguez Alegría, jefe del Servicio de Cirugía de Páncreas y Retroperitoneo del Hospital Edgardo Rebagliati, explicó a la agencia Andina que el cáncer de páncreas es una enfermedad que va en aumento no solo a nivel mundial sino también en el Perú. Es hereditaria pero también está muy ligada al consumo de tabaco, alcohol, alimentos ácidos grasos, estrés, entre otros.
Este órgano, apuntó, es de forma alargada y se encuentra detrás del estómago. Tiene dos funciones digestivas: la primera es producir la insulina y el jugo pancreático responsable de descomponer los alimentos y la segunda es reducir el azúcar en la sangre tras las comidas.
Esta enfermedad suele aparecer por encima de los 50 años pero también sobre los 70. Rodríguez Alegría indicó, que conforme a recientes estadísticas, es más frecuente en hombres que en mujeres, pero con escaso margen de diferencia.
Del 100 % de pacientes diagnosticados con cáncer de páncreas, el 70 % tiene metástasis; el 20 % presenta el tumor adherido a las venas o arterias de este órgano; el 8 % también lo tiene adherido pero en menor cantidad y solo un 2 % de los casos es operable, precisó.
¿Qué es la electroporación irreversible?
Rodríguez manifestó que la IRE es una novedosa técnica que consiste en activar el mecanismo natural de autodestrucción de las células dañadas (causantes del cáncer) para que ellas solas se autoeliminen, sin afectar las células buenas. Se hace a través de una máquina que transforma la energía eléctrica en un tipo de energía especial que ingresa al tumor maligno mediante agujas.
“Dicho aparato traduce la energía eléctrica en un tipo de energía que lo que hace es electroporar y, ¿qué es electroporar? Es activar el mecanismo natural de muerte que tienen las células para la autodestrucción. Y es irreversible porque, una vez que se activa este proceso, no hay marcha atrás”, subrayó.
Técnica de Electroporación Irreversible (IRE) para tratamiento de cáncer de páncreas.
Generalmente, dijo, la electroporación se efectúa por medio de una cirugía abierta (apertura del abdomen para ingresar a los órganos internos) a fin de rodear el tumor maligno con las mencionadas agujas en forma de un cubo de Rubik. De esta manera, agregó, se asegura no dejar ninguna zona tumoral sin electroporar y que la apoptosis (auodestrucción) se active a partir del sexto día de producida la intervención en el paciente.
Es preciso entender, detalló, que una de las características de la célula cancerosa es la “inmortalidad” porque mientras tenga un cuerpo de donde alimentarse, ésta seguirá viviendo y reproduciéndose. Con la IRE, dijo, se busca activar “ese mecanismo de autodestrucción, que es como sacarle la vuelta a la célula para que ella sola se autoelimine”.
Candidatos para el procedimiento
De acuerdo con el doctor Rodríguez, son candidatos para esta técnica quienes tienen la enfermedad localmente avanzada, es decir, que no han hecho metástasis o cuyo tumor no se ha expandido a otro órgano.
Otro de los requisitos es haber culminado sus sesiones de quimioterapia, que el tumor se encuentre estable y que sea inoperable debido a que compromete la vena o arteria que abastece al hígado o intestino.
Rápida recuperación
La IRE dura aproximadamente entre 2 a 4 horas dependiendo de la extensión y localización de la lesión y el tiempo de recuperación se reduce significativamente en comparación con las operaciones tradicionales para el cáncer de páncreas.
El primer control del paciente se realiza a los dos meses y luego periódicamente mediante tomografías, resonancias magnéticas y marcadores tumorales que indican la evolución del afectado.
Acerca de la señora Márquez, quien fue intervenida en el 2022 con IRE, el médico sostuvo que ella cumplía con todos los requisitos mencionados y que, a la fecha, su calidad de vida ha mejorado en todos los aspectos.
“Esta señora tenía un tumor localmente avanzado, que no era posible operar, había recibido quimioterapia completa, el tumor no se redujo y no había hecho metástasis. Luego de evaluarla, decidimos practicarle la IRE. Después de un año y medio, la paciente ha evolucionado de forma adecuada y la enfermedad está controlada”, resaltó.
EsSalud logra salvar la vida de Flor María Márquez Flores, paciente asegurada de 64 años
Actualmente el IRE es empleada en países referentes como Estados Unidos, Brasil y Europa para las atenciones oncológicas.
La IRE o técnica de ablación (destrucción) tumoral no térmica es utilizada también para tratar específicos casos de cáncer de riñón e hígado y, como opción terapéutica focal para el cáncer de próstata obteniendo buenos resultados.
En estos momentos, sostuvo, existen tres pacientes en lista de espera para realizar este procedimiento, pero en el futuro se espera intervenir a una mayor cantidad de asegurados con cáncer de páncreas que reúnan los requisitos mencionados. Esto dependerá, recalcó, de la celeridad con que se gestione la compra de materiales en EsSalud, como las agujas especiales a utilizar en cada intervención.
Por otro lado, refirió que en el hospital Rebagliati se realizan entre 80 a 100 cirugías pancreáticas al año y que, lamentablemente, en tiempo de pandemia por covid-19, estas se redujeron a casi la mitad. Sin embargo, el año pasado se logró superar las 100 operaciones de este tipo.
Aprender a ser felices
El especialista recordó que en nuestro ADN tiene mas o menos de manera balanceada genes inhibidores y promotores (oncogen). Pero cuando se pierde el equilibrio y el inhibidor pierde fuerza o se encuentra afectado por diversos factores, se activa el gen promotor y se desarrollan neoplasias en cualquier parte del organismo.
A fin de evitar que la parte promotora se active y la inhibidora continúe fuerte, apuntó, es importante mantener estilos de vida saludable, ya sea con la práctica de ejercicios que ayuden a eliminar los radicales libres (moléculas que deben desecharse del cuerpo), así como con la ingesta de antioxidantes (frutas y verduras).
“Con el ejercicio, eliminamos los radicales libres y con el consumo diario de frutas y verduras incrementamos los antioxidantes en nuestro organismo, pero sobre todo debemos aprender a ser felices, ya que eso disminuye la acumulación de estos radicales y mejora la inmunidad”, puntualizó.