La Corte Superior de Justicia de Cusco condenó a cadena perpetua a Juan Carlos Gárate Sucasaire, por el secuestro y asesinato de su propio hijo de 13 años de edad, en complicidad de los hermanos Wilfredo y Percy Peralta Jalire, también sentenciados a la misma pena.
El execrable crimen que consternó a la ciudadanía y el país, concluyó en la máxima pena y una
reparación civil de 300,000 soles, por los delitos de secuestro, parricidio y homicidio calificado en agravio de Sebastián Andreé, informó el
fiscal del caso Roony Gibaja Ormachea.
El pequeño fue reportado como desaparecido el 21 de agosto del 2017 tras salir de su casa ubicado en el distrito de San Jerónimo camino al colegio Galileo. Una cámara de vigilancia privada captó a Wilfredo Peralta y un auto rojo en el momento del plagio.
La madre del menor, Claudia Vera que desconocía del secuestro, recibió minutos después hasta tres llamadas telefónicas en la que una voz de varón le solicitaba la suma de 500,000 soles como rescate. La denuncia policial llegó a la División de Investigación Criminal (Divincri) Cusco.
El 18 de setiembre, a casi un mes del secuestro, un
poblador vio como unos perros se disputaban restos cubiertos con un plástico en el arenal a orillas del río Vilcano, a un kilómetro de la ciudad de Urcos capital de la provincia de Quispicanchi: se trataba del
cadáver de Sebastián Andreé.
Según las pericias, Sebastián fue torturado, maniatado y estrangulado con una soguilla. Los padres del menor protagonizaron escenas de dolor en la Divincri y responsabilizaron una reacción tardía de la Policía Nacional en el caso.
Meses después se capturó a los hermanos que huyeron a los extremos del país, uno fue capturado en Arequipa, mientras que el segundo en Madre de Dios. Las versiones de estos serían fundamentales en la investigación de Gibaja Ormachea.
Según las investigaciones en el secuestro participó un ex policía identificado como Jorge Charca Condorcahua (31), quien se suicidó la madrugada del 27 de agosto del mismo año tras asesinar a su padre Moisés Charca Hancco (51) que recién había contraído matrimonio en el distrito de Tinta, provincia de Canchis.
Gibaja Ormachea consolidó una tesis en la que afirma que probablemente hubo un cuarto sujeto que participó en el secuestro material que no pudo ser identificado con la muerte del ex agente.
Según informó el magistrado, el autor material del crimen con gran crueldad y lucro fue Juan Carlos Gárate Sucasaire, empero, durante las investigaciones y un examen de ADN resultó que él no era el padre biológico.
“Se ha consolidado con pruebas y el colegiado ha emitido un fallo categórico de la autoría intelectual”, mencionaba en relación a la pena que conllevó las pruebas que remitió como la comunicación que hubo entre todos los involucrados, incluso el suicida Jorge Charca.
Gibaja Ormachea afirmó que el padre del menor no confesó el crimen, pero dio diferentes versiones, se contradijo y finalmente no reconoció su participación y los exámenes por una psicóloga forense resultaron que tiene una personalidad histriónica, violenta y no mostró arrepentimiento durante el proceso y ni siquiera el entierro.
“Lo real y cierto es que la fiscalía ha demostrado a plenitud la responsabilidad de los tres acusados como consecuencia de la ardua actividad probatoria y colegiado A”, sostuvo el fiscal y concluyó que el viernes se leerá la sentencia en sus extremos.
Por último, se informó que Juan Carlos Gárate Sucasaire y los hermanos Wilfredo y Percy Peralta Jalire permanecen recluidos en el penal de Qenccoro de la ciudad de Cusco por prisiones preventivas ampliadas y ahora cumplirán en el mismo establecimiento la pena máxima.