Muchos de los pacientes por covid-19 que debieron ser intubados y sobrevivieron, lograron vencer el coronavirus. Sin embargo, sus organismos ya no volvieron a ser los mismos de antes.
Hay toda una serie de secuelas que pueden sufrir los pacientes recuperados y que pueden durar semanas y, a veces, meses, explicó a la agencia Andina la doctora Marcela Abarca, otorrinolaringóloga de la clínica Internacional.
Estas secuelas se manifiestan de forma progresiva: desde problemas en la voz, tos y carraspera hasta la dificultad para ingerir los alimentos, sensación de atoro, dificultad para respirar y pérdida de masa muscular.
Según sus condiciones de salud y el tiempo que el paciente pasó intubado, el organismo puede generar una mala cicatrización en la vía respiratoria -faringe, laringe o tráquea-, ocasionando lesiones, menciona la experta.
“Con el tiempo, esta mala cicatrización puede originar lesiones como un pequeño edema, como una inflamación; algunos granulomas (granulaciones). También puede haber efectos crónicos como un tejido cicatricial debajo de la laringe que puede ocasionar una estenosis de la vía respiratoria, es decir que el conducto se hace un poco más chiquito, no en todo el trayecto, sino que puede ser en forma de embudo o solo parcial, pudiendo dificultar la respiración”.
La sensación de falta de aire se va a ir haciendo cada vez más marcada, pudiendo terminar el paciente en la emergencia y, en algunos casos, con una traqueotomía de urgencia, sostiene Abarca.
La severidad del problema puede llegar hasta una parálisis total o parcial de las cuerdas o un tejido de granulación, que puede estar en la laringe, en la tráquea o que puede abarcar toda la vía aérea. Agregó que si el tejido cicatricial es muy marcado puede formar incluso anillos en la tráquea que empiezan a cerrar la vía respiratoria.
Para dar un tratamiento adecuado, es importante identificar estas secuelas. En primer lugar, dijo la experta, acudir al otorrinolaringólogo para una evaluación. El tratamiento puede realizarse con medicamentos o incluso con microcirugías; en el caso de pacientes con problemas para ingerir alimentos, se puede requerir terapias de rehabilitación.