Ante la segunda ola del coronavirus covid-19 que azota al país, el cementerio general de Cajamarca habilitará 672 nuevos nichos para atender a las víctimas de la pandemia y de esa manera evitar el problema suscitado el año pasado cuando muchas familias tuvieron que llevar a sus difuntos a otros cementerios por falta de espacio.
En este momento, el camposanto tiene disponibles 773 nichos, en dos semanas culminarán la construcción de un macizo con 192 y hoy se inició la construcción de 480 nichos que deberán estar listos en mayo próximo, informó a la Agencia Andina el nuevo gerente de la Beneficencia Pública de Cajamarca, Juan Anyaypoma Ocón.
Indicó, además, que ha dispuesto la elaboración del expediente técnico para la construcción de dos macizos más para este año con 192 nichos cada uno, haciendo un total de 1,056 nichos a parte de los 773 que se tiene disponibles.
El Ministerio Publico inspeccionó recientemente el cementerio y considera que la disponibilidad de nichos no es suficiente para la asegunda ola que se prevé será más fuerte; por lo tanto, recomendó habilitar nuevos espacios para que no suceda lo del año pasado. “No queremos que la gente fallezca, pero en este momento tenemos disponibilidad de nichos”, aseguró Anyaypoma.
Manifestó que 15 víctimas del covid-19 han sido sepultadas en lo que va de enero en el cementerio general de Cajamarca, y el año pasado fueron 459. Según el último reporte de la Dirección Regional de Salud (Diresa), esta región registra 1,189 fallecidos con el covid-19, siendo las provincias más afectadas Jaén (383) y Cajamarca (693).
Reducción de costos
Anyaypoma dijo que al asumir el cargo en la beneficencia ha reducido el costo de los equipos de protección personal (EEP) de 850 a 150 soles para los trabajadores del cementerio que se encargan de la inhumación de cadáveres.
“Esto no es populismo, luego de efectuar un estudio de mercado se adquirieron equipos mediante compra corporativa, reduciendo considerablemente el costo de equipos desechables consistentes en mameluco, mandíl, guantes, mascarilla, cubrezapato y lentes para los trabajadores”, acotó.
Explicó que la reducción de costos de EPP influye en el funeral de las víctimas del covid-19, porque los familiares tenían que pagar 1,350 soles por nicho (500 soles nicho y 850 soles por el EPP), es decir, “más costaba el EPP que el nicho, pero ahora el costo del funeral es 650 soles”.
En este punto, indicó que el sepelio lo asumen los establecimientos de salud (Minsa y EsSalud) a través del Seguro Integral de Salud (SIS) y hasta el año pasado la deuda alcanzaba el millón de soles, de los cuales han cancelado una parte con 300,000 soles.
Respecto al pedido de muchas familias que quieren ingresar al camposanto a visitar a sus difuntos, el funcionario señaló que eso no es posible por ahora debido a las normas sanitarias establecidas por el Ministerio de Salud.
Capacitación
En otro momento, el funcionario informó que especialistas de la Dirección Regional de Salud (Diresa) han capacitado a los trabajadores del cementerio en inhumación de cadáveres, un procedimiento necesario para la protección del personal.
Sostuvo, además, que con apoyo de efectivos del Ejército del Perú (BIM Zepita) se ha realizado el mantenimiento del camposanto y espera llegar a un acuerdo con la institución para asegurar este apoyo de manera permanente.
Por otro lado, indicó que ha gestionado ante la Diresa efectuar un chequeo médico el 20 de cada mes a los 46 niños de la casa hogar Belén, con el propósito de prevenir cualquier enfermedad. “Queremos que este apoyo de las instituciones sea sostenido en el tiempo”, expresó Anyaypoma.
Por ultimo, refirió que busca minimizar costos en la beneficencia para financiar nuevos programas sociales. Por ahora “tenemos la casa hogar Belén y el comedor popular, y queremos implementar siete programas enfocados a la atención de mujeres en situación de violencia y adultos mayores abandonados”, puntualizó.