¿De qué manera la luz puede convertirse en un elemento contaminante? Conozcamos en que consiste el concepto de contaminación lumínica, que normas se han dado recientemente al respecto en el Perú y como este tipo de contaminación afecta a la vida silvestre y al entorno natural.
Ley de Prevención y Control de La Contaminación Lumínica by Fidel Gutierrez
Estos conllevan afectaciones al ciclo de vida de especies de la flora y fauna, alterando con su presencia códigos naturales de vida y conservación.

Debe establecerse que, de acuerdo a dicha normatividad, se entiende como contaminación lumínica aquella generada por la iluminación artificial que ocasiona impactos negativos.
Estos se dan en la integridad física, la salud y en la vida de las personas y de los animales. También afecta al ambiente y al paisaje.
En ese sentido, la contaminación lumínica tiene como efecto alterar la oscuridad natural propia de la noche.
El concepto tiene que ver, también, con el impacto que dicha perturbación genera en los seres vivos, afectando su salud y desarrollo.

La contaminación lumínica, por tanto, tiene que ver con el mal uso de la luz, puesto que cuando se presenta, esta se desperdicia.
Se considera que ello ocurre porque no se ilumina un objetivo o espacio específico. Por el contrario, la luz se dispersa en el horizonte o hacia el cielo, donde se difumina.
Esta iluminación nocturna, no natural, hace que los ciclos de reproducción, alimentación y sueño de plantas y animales se alteren, con consecuencias negativas irremediables, que en varios casos ocasionan mortalidad.
¿Desde dónde se genera la contaminación lumínica?
La Ley 31316, emitida en 2021, establece que los parámetros con los que se busca atenuar la contaminación lumínica se aplican a la iluminación proveniente de actividades deportivas, industriales, productivas y de servicios, y al alumbrado de las vías públicas.
Se considera como fuentes de contaminación lumínica a elementos de publicidad exterior, disponiéndose que la autorización para que estos se encuentren operativos, deben re novarse cada tres años.
Se prohíbe, por tanto, que se instale publicidad con pantallas LED o electrónicas en zonas residenciales y a menos de 500 metros de áreas verdes, parques, playas, áreas naturales protegidas y ecosistemas frágiles.
Otras fuentes de contaminación lumínica son el alumbrado de las vías públicas, así como la iluminación provente de actividades deportivas, industriales, productivas y de servicios.
Protocolo y cumplimiento de lo normado
Las acciones de cumplimiento de la normatividad sobre este tema están a cargo del Ministerio del Ambiente, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, los gobiernos regionales y los municipios.

Reglamento de La Ley de Prevención y Control de La Contaminación Lumínica by Fidel Gutierrez
Se establece en este que el Ministerio del Ambiente elaborará el Protocolo de Monitoreo de Luminancia y los Límites Máximos Permisibles para la publicidad exterior.
Por su parte, los municipios elaborarán planes de acción para prevenir y controlar la contaminación lumínica.
Esto debe incorporarse en los instrumentos de planificación ambiental y urbana de cada jurisdicción.
Afectación a la naturaleza
En cuanto a los animales, la contaminación lumínica hace que estos no distingan el día de la noche, alterándose así su ciclo vital. Así, se ven afectadas aquellas especies que, por su naturaleza, buscan su alimento en la oscuridad, y aquellas que usan esta para protegerse de sus depredadores.

Si bien en espacios urbanos la presencia de estos animales no suele ser muy representativa, la luz que desde las ciudades se irradia a los alrededores representa una perturbación para el medio ambiente.
Se suele citar como ejemplo de esta afectación el efecto de este reflejo en lugares en los que existen lagunas y lagos. En ellos, la alteración de los ciclos de apareamiento y reproducción de especies de anfibios ha redundado en la reducción del número de ejemplares de estas.
La iluminación nocturna también interfiere con la migración y la alimentación de determinadas aves. Dichas acciones sueñen responder en determinada medida a la aparición del sol y de la luna.
De allí que las luces artificiales atraigan a estas aves, representando ante ellas cambios de estación o temporales, desviándolas de sus rutas naturales y llevándolas hacia entornos citadinos en los que su supervivencia se ve en riesgo.
Los insectos, a su vez, son atraídos durante la noche hacia las luces artificiales, que estos entienden como señales naturales para la polinización y su alimentación.
A partir de todo ello, resulta importante avanzar hacia la implementación de medidas que atenúen los efectos de la contaminación lumínica; situación en la que el país, a partir de la dación de la ley y el reglamento de ese tema, ha dado un paso representativo.
(FIN) FGM/MAO
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Publicado: 13/11/2025