El poeta mexicano Octavio Paz, quien dominó la escena cultural de su país por varias décadas, tuvo estrechos vínculos con intelectuales de diversas naciones, incluidos peruanos.
El caso que se recuerda recurrentemente es el de su amistad con el pintor Fernando de Szyszlo y su primera esposa, Blanca Varela.
Cuenta la anécdota repetida varias veces que cuando la escritora estaba por publicar su primer poemario, el mexicano no estaba de acuerdo con el título escogido: Puerto Supe.
"Ese puerto existe, Octavio", retrucó Varela, a lo que Paz dijo, según se cuenta "allí tienes tu título". Al dar el libro a imprentas, se titulo precisamente "Ese puerto existe".
Pero también fue cercano con Mario Vargas Llosa, a quien en 1990 invitó a su país a un evento cultural de su revista Vuelta que causaría polémica.
En esa ocasión el Nobel peruano calificó al régimen mexicano como "la dictadura perfecta" en una intervención televisada que es recordada también con insistencia.
Otro escritor al que trató fue César Moro, poeta peruano que radicó en México en los años 30.
Asimismo, otros nombres con los que se vinculó de diversas maneras, principalmente a través de su revista Vuelta, fueron Emilio Adolfo Westphalen, Javier Sologuren, Jorge Eduardo Eielson y José Miguel Oviedo.
También, más jóvenes, se relacionó con Rodolfo Hinostroza y Antonio Cisneros.
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Publicado: 31/3/2014