Este reconocimiento, oficializado en París (Francia), el 2 de junio de 2010, considera a la Reserva de Biósfera Oxapampa-Asháninka-Yanesha como uno de los 25 nuevos refugios de preservación de la naturaleza en el planeta.
Esta área natural comprende un territorio de 1 millón 800,000 hectáreas, y cuenta dentro de su extensión al Parque Nacional Yanachaga Chemillén, las Reservas Comunales de Yánesha y El Sira, así como el Bosque de Protección San Matías-San Carlos, las cuales son administradas por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) y cubren el 35% de la superficie de la Reserva de Biósfera.
Fauna y flora
La Reserva de Biósfera Oxapampa-Asháninka-Yanesha se caracteriza principalmente por gran biodiversidad. Según el Sernanp, este espacio natural es hogar de al menos 127 especies de mamíferos, 321 especies de aves, 71 especies de peces, 75 especies de anfibios, de los cuales 30 son considerados endémicos u originarios y restringidos a esta zona; y 306 especies de mariposas.
En cuanto a flora, esta Reserva de Biósfera alberga más de 5,000 especies de plantas, entre las que destacan más de 600 especies de orquídeas y más de 50 son endémicas.
Reconocimiento mundial
Entre los criterios que se establecieron para que la Unesco declare Reserva de Biósfera, se consideró su ecosistema que conserva la diversidad biológica. En el lugar, denominado Zona Núcleo, se realizan monitoreos de los ecosistemas menos alterados, investigaciones y actividades que no causen perturbaciones al entorno natural.
También se encuentra la Zona de Amortiguamiento, circundante a la Zona Núcleo. Las actividades que aquí se desarrollan están organizadas de modo que no sean un obstáculo para los objetivos de conservación de la Zona Núcleo, sino para asegurar la protección de esta. De ahí viene la idea de "amortiguamiento", abriendo la opción para un ecoturismo o turismo amigable con el medio ambiente.
La Reserva Biósfera Oxapampa-Asháninka-Yánesha cuenta con cuatro áreas habilitadas para actividades turísticas, entre ellas destacan San Cristóbal, San Alberto y Huampal, donde se realizan actividades de ecoturismo.
Por último, están las Zonas de Transición, distinguidas por ser los lugares donde se sitúan comunidades, asentamientos humanos, y varios actores que trabajan en administración y desarrollo de recursos de la zona. Aquí podremos encontrar a poblaciones de la comunidad indígena Asháninka, descendientes de colonos austro-alemanes, migrantes andinos y otras poblaciones que participan activamente en la integración de la conservación y el desarrollo sostenible.
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