Con una emotiva ceremonia, el Complejo Arqueológico de Chan Chan inauguró hoy oficialmente el sector “Las Ardillas”, un espacio que por primera vez en casi cuatro décadas se incorpora al circuito turístico del conjunto amurallado Nik An (antes Palacio Tschudi), que forma parte del monumento arqueológico y declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
La apertura estuvo a cargo del Proyecto Especial Complejo Arqueológico Chan Chan (Pecach), luego de culminar los trabajos de conservación y acondicionamiento realizados en esta área emblemática.
El director de la Dirección Desconcentrada de Cultura de La Libertad, David Calderón De Los Ríos, explicó que esta intervención forma parte de un proyecto integral destinado a la conservación, investigación y puesta en valor del patrimonio Chimú, reconocido por la Unesco en la Lista de Patrimonio Mundial en 1986.
Un hito para el turismo y la conservación
La
habilitación del sector “Las Ardillas” marca un momento histórico para Chan Chan: es la primera vez que este recinto se abre al público desde que el sitio fue inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial hace 39 años. La iniciativa busca diversificar los recorridos turísticos y reforzar el vínculo de la ciudadanía con su legado cultural.

Para hacer posible el acceso, el Pecach ejecutó una intervención técnica especializada, que incluyó: instalación de sistemas de drenaje pluvial, construcción de nuevas cubiertas protectoras contra eventos climáticos, y estabilización de frisos y muros mediante refuerzos de fibra de vidrio.
Estas mejoras permiten asegurar la conservación de las estructuras de adobe y facilitan una experiencia segura y ordenada para los visitantes.

El encanto del nuevo espacio: los relieves de ardillas
El atractivo principal de este sector son sus frisos decorados con figuras de ardillas, motivo que da nombre al recinto y que destaca por su valor iconográfico dentro del arte Chimú. Los visitantes han expresado su admiración por la delicadeza y belleza de estos relieves, restaurados con técnicas modernas que aseguran su durabilidad y permiten apreciarlos en su máximo detalle.

Según Calderón, la apertura también cumple un rol social: “Queremos que la ciudadanía fortalezca su identidad y se involucre activamente en la protección del patrimonio cultural. Chan Chan es un tesoro que debemos conservar entre todos”.
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