A los pocos años, con mucho esfuerzo y el apoyo de la iglesia Católica, l
ograron enviar el primer contenedor de mango a Holanda. En el camino decidieron crear la que hoy es la Asociación de Productores de Mango del Alto Piura (Apromalpi), una cooperativa de pequeños productores de mango, que a la fecha ya cuenta con 149 socios.
La unión hace la fuerza
Y es que, si bien con el primer contenedor exportado tuvieron más pérdidas que ganancias, obtuvieron muchas enseñanzas y se percataron que, con trabajo constante, la exportación de mango podría darle muy buenos frutos.
“Nos juntamos esos 40 productores y comenzamos a coordinar acciones para ver cómo podíamos mandar mango kent al extranjero. Buscamos asesores, ingenieros. Así empezamos a mejorar la calidad y a sembrar más, y ya teníamos pedidos. Hace 24 años comenzamos a mejorar”, afirma José Isabel López, actual presidente de Apromalpi.
Los resultados fueron tan buenos que, poco a poco, comenzaron a sumarse más productores de Chulucanas a la cooperativa, al ver que los beneficios de trabajar y exportar en conjunto eran muchos mayores. “Cuando exportamos, compramos material y nos devuelven parte del IGV, entonces recupera uno como empresa. También tenemos un premio por exportar mango de calidad”, detalla.
En la actualidad, Apromalpi exporta mango kent a Holanda, Francia, Estados Unidos y Alemania, y analiza la posibilidad de ingresar a otros mercados, como Rusia, país del que ya ha recibido pedidos. Al año, la cooperativa vende al exterior 80 contenedores de mango kent. Cada contenedor tiene 5,250 javas de mango.
“Todo depende de la cantidad de la producción: si producimos poco, vale más; si producimos más, vale menos”, explica el dirigente. “Nosotros somos pequeños agricultores que vamos en crecimiento, con nuestra mirada puesta en el futuro”, agrega.
Estos evidentes beneficios fueron trasladados por los productores a mejorar la calidad de vida de sus familias, pero también al campo, pues fueron conscientes que, si continuaban optimizando sus procesos, el desarrollo de sus comunidades sería mayor.
“(Nos dimos cuenta que) mientras más nos esforzamos en producir mejor y en tener mejor calidad y más cantidad, recibimos más soles. Entonces, sirve para dar educación a los hijos, comprarles una moto, un celular o una laptop para que ellos hagan sus trabajos y también ingresen a buenas universidades”.
Diversificación del negocio
En esa línea, Apromalpi no solo se ha quedado con la exportación de mango kent fresco, sino también, ha buscado diversificar su cartera de venta, a fin de seguir creciendo. Es así como produce mango Edward y criollo para el mercado local.
La cooperativa, además, exporta pulpa de mango y mango deshidratado, y está próximo a inaugurar su planta de procesamiento de mango IQF (mango en trozos), la cual empezará a operar en diciembre, debido a que ya han recibido pedidos de ese producto.
Esta planta se sumará a la planta de empaque de mango, propiedad de la cooperativa, y a las instalaciones donde procesan mango deshidratado. ¿Qué les falta? Su próximo paso, indica José Isabel López, es gestionar una planta procesadora de pulpa. “Nosotros mandamos a hacer la maquila a otras empresas. Entonces nosotros queremos hacer nuestra maquila propia”, señala el dirigente al indicar que esperan iniciar las gestiones para alcanzar este objetivo el próximo año.