El retiro por la familia Rockefeller de un enorme tapiz que representa el Guernica de Picasso, ubicado a la entrada del Consejo de Seguridad de la ONU durante más de tres décadas, ha despertado la emoción de muchos diplomáticos y los más altos funcionarios de la organización.
Luego de que la ONU anunciara el jueves el retiro de esta obra, decidido por su propietario Nelson Rockefeller Junior, el portavoz de la organización Stéphane Dujarric tuiteó rápidamente su amargura, al igual que muchos diplomáticos asignados a las Naciones Unidas.
"Es realmente triste. Esta pared sin el tapiz no tiene sentido. Este tapiz que cuelga en otro lugar perderá mucho de su valor", dijo Dujarric. "¡Qué lástima! Este tapiz fue el telón de fondo de una parte de mi vida profesional", añadió también en Twitter un diplomático británico, Mungo Woodifield.
La presencia del tapiz, cerca del cual pasaban regularmente presidentes, ministros y embajadores ante el Consejo de Seguridad, tenía por objeto sensibilizarlos sobre la tragedia de la guerra.
“No estaba previsto”
Para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el anuncio de la recuperación del tapiz por parte de su propietario fue una sorpresa. "No estaba previsto", dijo este viernes su portavoz, indicando que no había recibido ninguna explicación de la familia Rockefeller por esta repentina decisión.
Con cartas, llamadas telefónicas, "el secretario general y otros han tratado de mantener el tapiz aquí pero no hemos logrado" que el propietario cambiara de opinión, comentó Dujarric durante su rueda de prensa diaria.
"Este tapiz no solo fue un recordatorio conmovedor de los horrores de la guerra, sino que, debido a su ubicación, también atestiguó de tantas historias que se habían estado desarrollando desde 1985 en torno al Consejo de Seguridad", dijo.
Encargado en 1955 por Nelson Rockefeller, el tapiz tomado de la obra de Pablo Picasso y que representa el bombardeo de la ciudad de Guernica el 26 de abril de 1937 por la Alemania nazi y la Italia fascista, fue tejido por el taller francés Jacqueline de La Baume-Dürrbach.
No se pudo obtener comentarios de la oficina de la familia Rockefeller, el Centro de Archivos Rockefeller y la Fundación Rockefeller, Se ignora si sus propietarios prevén vender el tapiz.