Después de 25 años de vivir en el desconcierto y la búsqueda de justicia, un grupo de comuneros del anexo de Paccha, distrito de El Tambo, en Huancayo, están a punto de recuperar los restos de diez seres queridos, quienes desaparecieron en las alturas del paraje de Suiticancha, el 27 de febrero de 1992, en la época del conflicto armado interno.
El clamor de los pobladores fue atendido por las autoridades, y por ello un equipo forense del Ministerio Público recaba las fichas de identificación ante mortem para proceder con la probable exhumación de los cadáveres de una fosa común ubicada en el distrito de Ingenio, donde posiblemente fueron arrojados.
En la iglesia del anexo de Paccha, los familiares de asistieron a una misa por los 25 años de la desaparición de los comuneros que solo tenían la intención de tomar posesión de un terreno que les fue cedido por la antes Sociedad Agrícola de Interés Social (SAIS) Cahuide, y al parecer fueron asesinados por desconocidos a quienes se podrá identificar al profundizar las investigaciones judiciales.
Las personas desaparecidas son Apolinario Lazo Rudas (25), Ángel Sanabria Ubaldo (16), Herminio Barja Ríos (25), Fredy Gaspar Ríos (22), César Sánchez Castro (18), José Núñez Hualpa (23), Gumercindo Ubaldo Sanabria (16), Percy Barja Gaspar (14), Ernesto Salomé Bravo (27) y Jesús Pomahuali Salomé (40).
Luego de la liturgia, los deudos marcharon en romería hasta el local comunal donde se realizó una ceremonia donde se hizo un recuento de los avances logrados a la fecha. En el trayecto, uno de los cinco sobrevivientes refirió “hasta hora sufro, cuando recuerdo el momento tiembla mi cuerpo; se fueron mis hermanos, yo vivía junto a ellos. Me salvé porque escapé en la oscuridad y en plena lluvia”, exclamó sollozante Víctor Flores Limache.
El coordinador regional de la Comisión Multisectorial de Alto Nivel del Ministerio de Justicia, Gerver Común Salas, quien asistió a la ceremonia, refirió que para hoy se tiene programada una visita a la zona donde probablemente se encuentren los diez comuneros desaparecidos.
“Con la ubicación exacta de los restos óseos se van a profundizar las investigaciones. Luego, el equipo forense programará una fecha para que con apoyo de un equipo multidisciplinario se proceda la exhumación. Posteriormente, se tiene que hacer exámenes antropológicos y después se procederá a la entrega de los restos a sus respectivos familiares”, explicó.
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