Compartimos el comentario del editor Ernesto Carlín a la película en cartelera Mi papá es un gato.
El cine para niños es, con frecuencia, sinónimo de películas de fórmula con un humor muy básico del que solo disfrutan los pequeños. La sinopsis de Mi papá es un gato empuja a priori a pensar que es un producto de ese tipo.
En esta oportunidad el protagonista, Tom Brand (Kevin Spacey), es un narcisista multimillonario adicto al trabajo que está por inaugurar el edificio más alto del país.
Trabaja con él su hijo de su primer matrimonio, a quien mangonea en cierta manera. De su actual compromiso tiene una niña que lo idolatra a pesar de su poco apego y que está por cumplir años.
Por un cúmulo de circunstancias, este padre ausente termina encarnado en el gato callejero que acababa de adquirir para su engreída.
A partir de allí se inicia la lucha del protagonista por hacer saber al resto que está en el cuerpo de la mascota.
No se necesita ser muy perspicaz para adivinar que el progenitor atrapado en el cuerpo del felino debe aprender a dar cariño para recuperar su forma humana.
A pesar de lo convencional y predecible, no es una película sosa o aburrida. No innova o arriesga en casi ninguna línea argumentativa o de puesta en escena.
La más saltante concesión a estos tiempos es la omnipresencia de las redes sociales. De allí a convertir al gato en cuestión en celebridad de viral hay un paso.
Una cinta que se conforma con entretener, pero que lo hace de forma eficiente, y poca cosa más. Llama la atención lo escogido del reparto: además del mencionado Spacey están Jennifer Garner y Christopher Walken.
ficha técnica
Mi papá es un gato
Título original: Nine lives. Coproducción franco china, 87 minutos. Dirigida por Barry Sonnenfeld. Guion de Gwyn Lurie, Matt Allen y tres escritores más. Actúan Kevin Spacey, Jennifer Garner, Christopher Walken, Robbie Amell, Talita Bateman, Cheril Hines, Mark Consuelos y Malina Weissman, entre otros. La película está ambientada en la ciudad de Nueva York.
(FIN) ECG
JRA
Publicado: 24/10/2016