Compartimos el comentario del editor Ernesto Carlín a la película Buscando a Dory.
Una costumbre de los grandes estudios –que en algunos casos es un vicio– que se ha acrecentado en los últimos tiempos es a estirar el éxito de una película en tantas secuelas como pueda soportar el público.
En algunos casos, ideas ingeniosas o simpáticas van desfigurándose hasta convertirse en caricaturas de lo que originalmente se propuso.
Pienso en, por ejemplo, la saga de animación para niños La era del hielo, cuya última entrega está en cartelera y sus gags causan más confusión que gracia. Por suerte, hay casos como Buscando a Dory.
Este filme es la continuación del exitosísimo Buscando a Nemo, pero ahora girando sobre la pez con problemas de memoria.
Ahora la meta es encontrar a los padres de ella, a quienes les perdió el rastro cuando era una niña. Con esta excusa, los personajes vuelven a cruzar el océano, interactuar con distintas especies y a tener las más variopintas aventuras.
A diferencia de otras secuelas fallidas de éxitos taquilleros, en este caso se rescata la fórmula, pero de forma inteligente.
Se siguen las posibilidades abiertas en la propia trama de la primera parte y no se fuerzan los hechos.
No hay aquí recursos sacados de la manga como platillos voladores –tal como sucede en La era del hielo– para alargar el discurrir hasta el hartazgo de unos personajes carismáticos.
Otro punto a favor es el juego de guiños que se hace a varias películas de Pixar, lo que siempre es agradecido por los aficionados a este universo fílmico. Por otra parte, acertada la elección del corto que antecede al filme e introduce en el tema.
Ficha técnica
Buscando a Dory
Título original: Finding Dory. Estados Unidos, 105 minutos. Dirigen: Andrew Stanton, Angus MacLane. Esta película es la continuación de Buscando a Nemo, filme estrenado hace 13 años. Producido por Disney Pixar. La actriz cómica norteamericana Ellen DeGeneres prestó su voz para el personaje principal en la versión en inglés.
(FIN) ECG
Publicado: 25/7/2016