Con el propósito de fortalecer la prevención contra el acoso escolar en las instituciones educativas del país, el Gobierno promulgó la Ley 31902 que dispone, entre otros alcances, la incorporación de un profesional psicólogo para garantizar el desarrollo psicopedagógico de la población escolar.
Pero, ¿Qué tan viable es esta norma cuando de antemano se conoce que existe un déficit importante de profesionales para atender esta creciente demanda?
El decano del Colegio de Psicólogos del Perú, Miguel Vallejos, asegura que la ley fortalece la propuesta de luchar contra los problemas de salud mental de la población infantil, pero que es necesario hacerla viable.
"Actualmente tenemos cerca de 55 mil psicólogos colegiados, y por lo menos la mitad de esa cifra se encuentra en ese proceso, como lo está también el tema de la atención de las instituciones educativas, donde es evidente que hay una brecha, y el tema presupuestal, que según la norma, será gradual".
Vallejos comenta que le gustaría que de una vez se pudiera cubrir esa demanda, pero reconoce que es un proceso y mientras este se da, el panorama es esperanzador.
Sostiene que la psicología es una carrera que en los últimos cinco años ha crecido mucho y en los tres últimos, se incrementó en un 60 %. Precisa, además, que actualmente cuentan con una población estudiantil de 120,000 futuros psicólogos que ofertan 59 universidades a escala nacional.
Asegura que esto representa una oportunidad porque en cualquier rincón del Perú habrá un psicólogo colegiado y capacitado para atender a la comunidad.
"Tenemos psicología en Amazonas, Pucallpa, próximamente en Apurímac, donde se está ofertando la carrera, lo que garantiza la formación de profesionales y en el futuro inmediato, el cierre del déficit actual.
El profesional recuerda que, según la ley, el ejercicio de la profesión debe estar a cargo de un profesional colegiado, de modo que, en e1 caso de una mala praxis, se puede responder a un tribunal de honor que evalúe las competencias del psicólogo.
"Esto también garantiza que haya un ente supervisor para que el profesional de psicología pueda ejercer de manera óptima, respetando el derecho de la población, y también le ofrezca un buen servicio".
En ese sentido, señala que el Colegio de Psicólogos brinda facilidades para que los egresados puedan completar este proceso. "Actualmente se están colegiando unos 1,000 o 1,500 profesionales por mes, pues tenemos en el país 20 colegios profesionales, regionales, el último de ellos en Apurímac, para cumplir con este paso.
El titular del Colegio de Psicólogos del Perú asegura que por muchos años se han reunido con diversas autoridades de Gobierno -desde que se promulgó la ley 29719- 2011-, sentando la necesidad de que las instituciones educativas deben contar con mínimamente un psicólogo para atender a tanta población estudiantil, docente y familia.
Señala que la idea es que este se convierta en un gestor de la salud mental optimizando los recursos que tiene el colegio. "Tenemos a los docentes que puedan entrenarse para detectar tempranamente los problemas psicológicos que puedan estar ocurriendo entre los estudiantes.
"El psicólogo podrá intervenir con estrategias grupales, estrategias más de colectivo, y en caso de detectar un problema mayor, derivarlo a un centro de salud comunitario o un centro de salud donde haya un psicólogo clínico que pueda trabajar con los problemas del niño o el adolescente".
Vallejos reitera que la presencia de un psicólogo es hoy fundamental, especialmente porque los problemas de salud mental se han incrementado significativamente.
"La pandemia nos ha traído costos sociosanitarios en la salud mental. La incertidumbre que generan los fenómenos naturales y ahora los problemas económicos, impactan en la salud psicológica de todos. ¿Quién no sufre de estrés, quién no padece miedos, conflictos, desesperanza sobre el futuro, o la necesidad de ser competitivos?, todo eso sucede a cada momento".
Afirma que así como debemos prevenir nuestra salud física, necesitamos prevenir los impactos en la salud mental. "Hace una horas, un adolescente se suicidó en un cine, hace unas semanas hubo un intento de suicidio en una universidad; la semana anterior, un joven de 18 años cometió feminicidio, de modo que en todo el espacio donde hay comportamiento humano, relaciones, hay problemas emocionales y por tanto, se requiere de un psicólogo.
Eso también ocurre en las empresas -comenta- donde los trabajadores no solo tienen problemas económicos o de producción, sino que acarrean problemas de familia, o el simple estrés que genera el tráfico vehicular en la ciudad; entonces, eso obliga a que un psicólogo les de herramientas para gestionar sus emociones, sus proyectos de vida, así como sus conflictos cotidianos.
Respecto a la posibilidad de que algunos profesores puedan seguir una capacitación que les permita identificar casos de abuso o violencia, Vallejos explica que un uso no comprende la naturaleza de la conducta humana, no entiende la psicología, la psiquis de un alumno, de un adolescente o un padre de familia. "Eso no es viable, estaríamos engañando a la sociedad".
Refiere que ellos no llevan un curso, estudian seis años para entender la psicología. "Podemos confundir un evento de agresión con un comportamiento violento. Y esa confusión puede hacer más daño: muchos sesgan o hacen un alarmismo social y lamentablemente, en vez de ayudar al niño, generan un evento traumático, por lo tanto no es saludable que pensemos de esa manera.
"La ley, sin duda, es positiva y estamos viendo su viabilidad. "He convocado al comité de psicología educativa porque la norma faculta que revisemos las funciones del psicólogo educativo para ver cual serían las funciones más viables para atender esa demanda".
El decano menciona que pueden haber muchas estrategias. Ellos han planteado que la institución educativa contrate a un psicólogo y que este profesional habilite prácticas preprofesionales.
"Nuestra carrera prevé un año para hacer estas prácticas, de modo que con la incorporación de los jóvenes del último año, se podría crear una red de salud mental. Estas estrategias grupales, colectivas, permitirán prevenir y promocionar conductas saludables.
Señala además, que como en todo el país hay 120,000 estudiantes, los espacios potenciales de práctica serían las instituciones educativas.
"Los colegios son el campo de inicio de los problemas, como es el caso del uso de drogas a los 12 o 13 años; así también la violencia, el feminicidio, empiezan a estas edades que es cuando los jóvenes se enamoran; entonces empiezan a controlar, a tener celos, a pretender ejercer el poder sobre otras personas".
Por esa razón, Vallejos, destaca la importancia de dotarlos de herramientas para gestionar adecuadamente estos problemas que surgen tempranamente y los menores no se conviertan en potenciales violentadores o potenciales víctimas de violencia". Esa es la propuesta, y ese es el reto, señala.