Andina

Claudia Cisneros: Odio que me tomen el pelo en todas sus formas (entrevista)

Claudia Cisneros. Caricatura: Tito Piqué

Claudia Cisneros. Caricatura: Tito Piqué

10:01 | Lima, ene. 12 (ANDINA).

Entrevista Susana Mendoza

Madre de familia, filósofa en ciernes, reconocida periodista, Claudia Cisneros confiesa que es violenta a veces cuando enfrenta alguna estafa o mentira por lo que espera ser más reflexiva. Claudia hizo un alto a su acelerada rutina para reflexionar sobre su vida, sus hijos y el mundo.

¿Naciste en Lima?
-En la ex Maternidad de Lima, y viví en Jesús María.

Eres limeña…
-He nacido y crecido en Lima, aunque mis abuelos y tatarabuelos son de provincia.

¿Sientes que tienes de inga o de mandinga?
-Intento no verme de esa manera, pero por la música y el ritmo, me gustaría tener más de mandinga.

¿Qué conoces de Lima?
-Recorrí mucho Lima cuando fui reportera de calle, pero en verdad me muevo entre la casa de mi mamá, mis hermanos y algunos amigos. Lo que si, visitó mucho el Perú con mis hijos.

¿No conocer Lima te genera cargo de culpa?
-No, porque si bien no la conozco físicamente, porque además soy muy despistada y desorientada para reconocer las calles, si conozco a la gente.

¿Y que te produce ver que hay tanta desigualdad?
-Desazón, desaliento, y no sólo por la desigualdad económica, sino también por la educación. Cuando haya mayor equidad en Lima, y en el Perú, seremos un mejor país.

¿La formación de una madre es fundamental para cambiar la mentalidad de sus hijos?
-El tema de la educación en casa es un parte crucial para cualquier ser humano. Si nos remitimos a las biografías de las mujeres y hombres famosos, por las cosas buenas o malas que hicieron, siempre nos remitiremos a su infancia.

¿El mandato de la madre es determinante?
-Si, más que el padre. La madre tiene mayor influencia en sus hijos, también porque los acompaña más tiempo.

¿Ocurre en tu caso?
-Si, por una cuestión de tiempo. Soy separada y mis hijos viven conmigo, todo el tiempo absorben de mí, para bien o para mal. Eso no quiere decir que la presencia de un padre no es necesaria.

¿Y la relación con tu hijo varón es diferente a la que tienes con tu hija?
-Todavía es muy pronto para establecer las diferencias, mi hija recién tiene un año siete meses. Pero si percibo algunas diferencias de género. Existen.

¿A qué te refieres?
-En mi segundo embarazo, deseé que fuera hombre porque ya tenía la experiencia de educar al mayor. Pensaba que mi relación con el género masculino era más fácil y me daba miedo tener una hija mujer.

¿Por qué razón?
-Porque somos tres hermanas mujeres, y siempre nos jalábamos las mechas entre todas. Pero la relación con mi hija la disfruto mucho, me gusta su docilidad, su complicidad.

¿Sientes que es tu espejo?
-Todavía no, pero lo cierto es que cuando vamos envejeciendo, para bien o para mal, nos parecemos más a nuestra madre.

¿Qué compartes con tu hija y con tu mamá?
-Una energía vital, entusiasmo, lucha. Mi madre ha sido sindicalista, la última del Banco de Crédito porque recién se ha jubilado.

¿Eres una mujer emprendedora o ambiciosa?
-No soy ambiciosa para nada, y a mucha honra.

¿Te parece malo serlo?
-Sólo si ser ambicioso se logra a costa de todo, y se refiere a cosas materiales.

¿Eres inteligente o ingeniosa?
-Modestamente, tengo un poquito de ambos.

¿Lima acoge a los niños y niñas?
-Es sorprendente que no exista una oferta de esparcimiento para ellos, ni familiar. Pero tampoco acoge a los adultos mayores. Es un problema global que todavía no se resuelve

¿Cuándo eras niña adonde te llevaban tus padres?
-Al parque central de Miraflores, antes llamado Parque Kennedy, o al de Barranco en donde había títeres. Era una época más sana.

¿Te consideras una mujer sana?
-Si, aunque a nivel existencial soy un alma atormentada. Soy una persona que siempre ha ido en busca de respuestas a preguntas que los seres humanos todavía tenemos.

¿Cómo cuáles?
-Por qué los seres humanos tenemos la posición dominante en la naturaleza, o si es un invento cultural la creencia de que existe vida después de la muerte sólo para no sentirnos solos y tan mal. 

¿Cuál es tu principal inquietud existencial?
-Lo que más me intriga es nuestro origen, y mientras no comprendamos para qué estamos aquí seguiremos actuando con desarraigo, y habrán problemas.

¿Qué no toleras a los 39 años?
-Que me tomen el pelo en cualquiera de sus formas, a través de una estafa o mentira. El hecho de que me subestimen me altera.

¿Y cómo ha sido tu respuesta cuando lo has constatado?
-Violenta, lo lamento, pero odio por ejemplo que los políticos subestimen a la gente.

¿Sólo a los políticos o a los que tienen poder en general?
-A todo el que tiene poder, es cierto.

¿El periodismo te da un tipo de poder?
-Si, cierto tipo de poder, el de influir en las opiniones de las personas, pero la gente sabe cuando uno le vende gato por liebre.

¿Quién tiene más poder, el político o el económico?
-Finalmente, el económico.

¿Cuál es tu mayor ambición?
-Dedicarme más a mis estudios de filosofía, y terminarlos. También quiero escribir más porque me encanta, lo hago mejor que hablar.

¿Qué encuentras en la filosofía en relación a otras disciplinas?
-La posibilidad de hacer preguntas, de cuestionar. Es lo que les enseño a mis hijos, a no analizar las cosas desde una sola perspectiva.

¿Eres conciente que esa inquietud no es una práctica generalizada entre las mujeres?
-Creo que en general en los seres humanos. La mayoría no es muy abierta a cuestionar lo que sentimos o pensamos.

¿Qué pensamiento guía tu vida actualmente?
-Ninguno, el otro interés que tengo es el de la divulgación científica porque creo que la ciencia nos permitirá salvar el planeta.

¿Te hubiera gustado ser científica?
-No, no tengo la habilidad para serlo, pero me gustaría saber más de física y biología, investigar más sobre el cerebro que se conoce tan poco sobre él.

¿Qué relación existe entre la filosofía y la ciencia?
-Ambas están detrás de respuestas.

¿Qué preguntas le formulabas con más frecuencia a tus padres?
-A mi papá le preguntaba siempre el significado de las palabras. Con mis hermanas nos dimos cuenta que para terminar con su enojo, esas preguntas le encantaban.

¿A estas alturas de tu vida qué intentas?
-Ser más reflexiva cuando me atacan las iras y cóleras.

(FIN) DOP


Publicado: 12/1/2009