La película “Misión Kipi”, ópera prima de la reconocida documentalista Sonaly Tuesta, fue elegida para representar a nuestro país en el Décimo Quinto Festival de Cine Peruano en París, que se realizará del 23 al 30 de abril próximo.
La película cuenta la historia de Kipi (la primera niña robot hecha con chatarra tecnológica) y su creador, el profesor Walter Velázquez.
Ambos emprenden una maravillosa aventura por diferentes paisajes de Huancavelica a fin de llevar no solo aprendizaje, sino alegría a los estudiantes, quienes dejaron sus escuelas producto del covid-19.
“Siempre he querido contar historias, por eso cuando escuché sobre el profesor Walter Velázquez, quedé deslumbrada y más cuando supe que Kipi era una niña robot. Eso marcó el momento y la conexión. “Misión Kipi” es una historia tierna, porque Walter ha humanizado a Kipi y desde su perspectiva de profesor le va enseñando sobre los saberes y escenarios del pueblo de Colcabamba, lugar donde tiene su laboratorio y se realiza la historia” señala su directora Sonaly Tuesta.
Gran acogida
La película fue dirigida por Sonaly Tuesta y se estrenó a nivel nacional en las cadenas de cine Cineplanet, Cinepolis, Cinemark, UVK y Movie Time.
En la provincia de Huancayo, los padres de familia vienen llevando a sus hijos al cine para observar esta tierna historia, además, pobladores de Huancavelica se están desplazando a la “Incontrastable” para ver esta historia que destaca la labor de la escuela pública.
La película “Misión Kipi” fue producida mediante el principio de reciprocidad, aprendido de las comunidades, cuando la directora del filme realizaba su programa “Costumbres”.
Eso permitió crear, con las comuneras y los comuneros, una relación de respeto y vínculo que ha permitido construir una historia colaborativa, donde ellos participan con sus propias tradiciones y cariño.
Tanto la directora como sus protagonistas esperan que el público acuda a las salas cines para ver la película y sienta que nuestro país es más diverso de lo que imaginan. Que tratemos de imitar a Kipi y comencemos a hablar desde lo más profundo del corazón.