Por Pía Saldaña AntonMás de 10 años de investigación han llevado a Fernando Camargo, un científico arequipeño que reside en Estados Unidos desde los 19 años, y al equipo que lo acompaña a estar cada vez más cerca de concretar el desarrollo de un fármaco que inhibe el crecimiento de tumores cancerígenos, a través del control de la producción de la proteína YAP, la que interviene en el desarrollo de los órganos durante la etapa embrionaria.
Se trata de una investigación que inició en un laboratorio del Massachusetts Institute of Technology (MIT), en donde logró alcanzar una plaza muy competitiva que lo llevó a estar a cargo de su propio laboratorio.
Un año después de haber empezado sus investigaciones sobre células madre, en 2007, un encuentro con otro colega científico despertó su interés por estudiar la vía Hippo, un sistema de comunicación a nivel celular, y conocer sobre los genes equivalentes de esta mosca en humanos. Durante ese tiempo revisó papers sobre la mosca de la fruta y el crecimiento dramático de sus ojos y cabezas.
La clave: la proteína YAP
Tras años de estudio e investigación sobre la vía Hippo, sobre todo la proteína YAP. Este conocimiento llevó a su equipo a preguntarse sobre si estos
genes fundamentales para la multiplicación celular podrían ser importantes en el desarrollo de diversos
tipos de cáncer.
“Lo que hemos descubierto en los últimos siete años es que sí lo son. Estos genes son muy importantes para la proliferación de las células malignas. En su momento pensamos en que si podemos manipular estos genes, podemos encontrar un tratamiento para ciertos tipos de
cáncer”, recuerda el científico peruano
Fernando Camargo en entrevista con la
agencia Andina.
Así, en colaboración con compañías de biotecnología, han logrado identificar
ciertos fármacos que pueden manipular la actividad de la proteína YAP. Los resultados vienen siendo prometedores. Se espera que en unos cinco años, si todo sale bien con las pruebas en humanos, la investigación lleve al desarrollo de una nueva medicina para
tratar el cáncer, diferente a la que ya existe en la biblioteca médica en estos momentos.
¿Cómo funcionaría este fármaco?
El doctor Camargo resalta que este posible tratamiento debería aplicarse previo análisis del tumor que se piensa atacar. “La idea es analizarlos genéticamente antes y con eso evaluar si estos son adictos a los niveles altos de la proteína YAP”.
De ser ese el caso, las personas con estos tumores podrían beneficiarse de este fármaco. Además, se podría aplicar "una terapia teledirigida para que funcione al máximo".
Uno de los tumores cancerígenos en los que se viene probando la aplicación de fármacos inhibidores de la proteína YAP es el mesotelioma maligno, un mal poco común que afecta al revestimiento del pulmón y la cavidad torácica.
Aparte de este tumor raro, señala el doctor Camargo, existen -en la diversidad del universo de tumores de pulmón- buenos candidatos para ser tratados con este mismo medicamento. “La idea sería que este fármaco que venimos desarrollando se pueda combinar con otros fármacos o terapias como la inmunoterapia que ha tenido mucho éxito en los últimos años”.
Un sueño de infancia
Desde muy pequeño,
Fernando Camargo sentía admiración y una fuerte curiosidad cada vez que leía un artículo relacionado a los nuevos descubrimientos científicos. Desde entonces, su sueño fue estudiar medicina en su natal Arequipa para luego buscar hacer un posgrado fuera del país. Sin embargo, la oportunidad de salir fuera llegó mucho antes con un
programa de intercambio durante la secundaria.
Esta experiencia lo hizo conocer e investigar más sobre las posibilidades de estudiar fuera. Así postuló a varias universidades de los Estados Unidos y logró una beca en la Universidad de Arizona en Tucson para estudiar bioquímica.
Nunca había hecho investigación, pero cuando llegó a la universidad consiguió un trabajo en un laboratorio en el que hacía genética molecular. “Me encantó, fue más de lo que pude imaginar”, lo dice con mucha seguridad y agrega que esto fue importante para continuar con sus estudios en el ámbito hasta lograr su doctorado y estar involucrado en la investigación a la que hoy en día le dedica su vida.
Su lazo con el Perú
Pero además de investigador, el científico arequipeño también es
docente de pregrado en la Universidad de Harvard, un espacio en el que -según cuenta- se ha encontrado con estudiantes cuyas historias y realidades son increíbles y las toma como ejemplo para alentar a los jóvenes peruanos a que sigan su pasión.
“Estos chicos y chicas nunca pensarías que hubieran podido terminar en Harvard por sus orígenes muy peculiares. Yo mismo, hijo de un chacarero arequipeño, las posibilidades de terminar siendo un científico en Boston son muy raras, en teoría”. Pese a ello, aconseja a que -en este momento en el que la información está más al alcance de nuestras manos- los jóvenes se dediquen a investigar y a usar los recursos para abrirse -cada uno por sí mismo- un camino hacia lo que más anhela.
La pasión y la motivación son importantes, por eso, considera que su reciente participación en el
evento realizado por el Congreso de la República, que reunió a peruanos destacados en el extranjero provenientes de diferentes campos de las ciencias, es un paso muy importante para que las personas que toman las decisiones en relación a la inversión en ciencia en el país, se den cuenta de la importancia y de los grandes frutos que puede traer la investigación en ciencia básica.
En su opinión, sería ideal que el país pueda copiar los ejemplos de Argentina o Chile en donde se ha invertido en centros de investigación de élite que cuentan con los recursos y lo último en tecnología. Así, se podría fomentar las interacciones y el entrenamiento a científicos para que ellos mismos puedan extender la red de la ciencia en el país. Mientras tanto, está encantado de seguir colaborando y aportando con su conocimiento al Perú.
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Publicado: 14/4/2022