Cecilia Carranza, la enfermera y bombera que celebra el Día del Trabajo salvando vidas

Lleva más de 25 años respondiendo a emergencias con entrega total, como la vivida en el incendio de Mesa Redonda

Lic. en Enfermería, Cecilia Carranza, vocera de STAE EsSalud. Foto: ANDINA/Difusión

Lic. en Enfermería, Cecilia Carranza, vocera de STAE EsSalud. Foto: ANDINA/Difusión

09:00 | Lima, may. 1.

Por Juan Carlos Alcalde

Con más de 25 años atendiendo emergencias médicas, Cecilia Carranza encarna el verdadero espíritu del Día del Trabajo con una doble vocación: enfermera y bombera voluntaria. Ambas pasiones la han llevado, a veces, a sacrificar fechas especiales como cumpleaños, navidades y este 1 de mayo no será diferente por su inquebrantable labor de salvar vidas.


A sus 56 años de edad, Cecilia aprendió a medir el tiempo no en horas, sino en vidas estabilizadas, pasando más de la mitad de sus años como enfermera especializada en emergencias y desastres, siempre a bordo de una unidad del Servicio de Transporte Asistido de Emergencias (STAE) de EsSalud.

Tenemos más de 118 mil atenciones acumuladas. Donde nos necesiten, ahí estamos”, dice con naturalidad a la agencia Andina. Su rutina —de día y noche— no conoce feriados. 

Mi familia ya creció sabiendo que esta es nuestra vida”, afirma. Su esposo Óscar, quien conoce bien su ritmo, y sus tres hijos, Eduardo, experto audiovisual de 26 años; Gerardo, a punto de terminar el colegio; y Macarena, de 15, quien sueña con seguir sus pasos, aprendieron a entender que su ausencia a veces significa presencia para alguien más. 

Cecilia no llegó por casualidad al mundo de la salud. Desde el colegio, donde integraba la brigada del tópico, sintió que su vocación era cuidar. Ingresó a la Escuela de Enfermeras del Hospital del Niño, en convenio con la Universidad Villarreal, donde se formó con pasión. “Donde pongo el ojo, pongo la aguja”, bromea, recordando sus inicios con pacientes pediátricos.


Entró a EsSalud tras una convocatoria donde postularon 300 personas para 12 plazas. Su experiencia como bombera voluntaria —desde hace 26 años— pesó a su favor. “Ya había manejado emergencias en ambulancias. Sabía cómo actuar con rapidez”, cuenta. Hoy sigue al frente de una unidad tipo III, equipada para llevar un hospital completo al domicilio del paciente.

En 2017, durante el Fenómeno El Niño, fue parte de las brigadas que llegaron al norte del país. “Estuvimos 20 días en Piura, Paita, Chulucanas, Sechura. Atendíamos en plazas, en pueblos aislados. Íbamos con médicos, medicinas, corazón. Fue una de las experiencias más duras, pero también más humanas”.

Pero quizás la escena que más la marcó fue el incendio de Mesa Redonda. “Estaba de turno en EsSalud cuando escuché por la radio lo del fuego. No pude quedarme quieta. Corrí al lugar”, narra. 

Lo que vio ahí no lo olvidará jamás: compañeros bomberos que apenas salían con vida, ambulancias desbordadas de heridos, madres gritando por sus hijos. Una bebé llegó semiinconsciente a la carpa médica donde ella apoyaba. Minutos después, una mujer irrumpió desesperada: era su madre. Al ver a la niña, la abrazó con tanta fuerza que se desvaneció.

Fue una escena que me quebró. Luego me dio un ataque de estrés postraumático en plena calle, semanas después. Me transporté al incendio, volví a oler el humo, a oír los gritos. Pensé que no me pasaría, pero nos marca”.


Pese a todo, Cecilia sigue. Y multiplica su vocación a través del proyecto “Todos podemos salvar una vida”, que promueve primeros auxilios y RCP en colegios. “Si llega un gran sismo, no vamos a poder estar en todas partes. Los niños tienen que estar preparados”.


Su día comienza con la agenda en mano, entre turnos, capacitaciones y tareas domésticas. “Corro de un lado a otro, pero lo disfruto. Soy feliz con lo que hago”.

En este Día del Trabajo, Cecilia deja un mensaje claro: “Que cada quien trabaje con amor. Que nadie vea su jornada como un sacrificio, sino como una forma de ayudar. Yo encontré en la emergencia mi lugar en el mundo”.

Más en Andina:



(FIN) JAM/RRC

Publicado: 1/5/2025