Con la integración de mercados regionales, la adopción de valores extranjeros y la llegada de instrumentos como el ETF (o fondo cotizado en bolsa) de deuda soberana, el ecosistema bursátil nacional se transforma en un espacio dinámico y accesible.
En el complejo entramado de las finanzas globales, la mirada suele posarse en los gigantes bursátiles, dejando a menudo en segundo plano a mercados emergentes como el nuestro, señala artículo publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
Aunque el Perú no compite aún con ligas de Brasil o México en términos de volumen bursátil, esta realidad, lejos de ser un impedimento, impulsó una profunda transformación, dando lugar a una serie de iniciativas que prometen democratizar el acceso a la inversión y fortalecer nuestro ecosistema financiero.
Estamos ante un momento crucial, en el que la innovación y la integración están redefiniendo el panorama de las oportunidades para los inversionistas peruanos.
Avance
La creación de Nuam, que unifica las bolsas de valores de Santiago (Chile), Lima (Perú) y Bogotá (Colombia), representa un paso estratégico y audaz.
Esta plataforma no es solo una fusión administrativa; es la materialización de una visión compartida: crear un mercado único que facilite el libre flujo de inversiones entre estos tres países.
Como bien señala el responsable del laboratorio de mercado de capitales de la Universidad de Lima, Paul Zevallos , la premisa es sencilla pero poderosa, permitir que tanto inversionistas como emisores accedan a un capital mucho más amplio.
Es un esfuerzo por construir puentes financieros que trasciendan las fronteras nacionales, buscando sinergias que beneficien a toda la región.
Si bien nuestra bolsa puede ser comparativamente más pequeña, no debemos subestimar los importantes avances que se han gestado a nivel interno. “En los últimos dos o tres años, dos iniciativas clave han inyectado una vitalidad notable a nuestro mercado, incrementando su liquidez y accesibilidad”, detalla Zevallos.
En primer lugar, la digitalización de las operaciones bursátiles ha sido un cambio de paradigma. Muchos agentes de bolsa han migrado a plataformas web y móviles, eliminando barreras de entrada y permitiendo que un espectro más amplio de personas pueda incursionar en el mundo de las inversiones. La conveniencia de invertir desde un celular es una realidad que ha captado el interés de miles.
En segundo lugar, la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) ha jugado un rol fundamental al agilizar trámites y registros. Esta simplificación burocrática ha facilitado la participación de nuevos inversionistas “retail”. El crecimiento es elocuente: entre 200,000 y 300,000 nuevos inversionistas se sumaron el año pasado.
Desafíos
Si bien hablamos de montos individuales pequeños, el efecto acumulado de esta masa de nuevos participantes es considerable, y la tendencia se mantiene este año.
Un reto persistente en nuestro mercado ha sido la baja frecuencia con la que las empresas nacionales emiten acciones o bonos. Ante esta situación, la Bolsa de Valores y otros actores del mercado han ideado una solución ingeniosa y efectiva: traer valores del exterior.
Esta estrategia ha sido un cambio radical, punto de inflexión, revolucionario. Antes, invertir en índices globales como el S&P 500 requería abrir cuentas en el extranjero.
En la actualidad, gracias al esfuerzo colectivo, muchos de esos títulos globales pueden negociarse directamente en nuestra bolsa. Fondos que replican el S&P 500, ETF de oro, o acciones de empresas como Tesla y Nvidia, están ahora disponibles localmente. Es un crecimiento “inorgánico” de la oferta que, sin duda, enriquece nuestras opciones de inversión y dota de mayor liquidez al mercado.
Además, hay un incentivo tributario relevante: si una ganancia de capital se obtiene fuera del marco de Nuam, el tratamiento fiscal puede ser menos favorable (renta de quinta categoría, hasta 30%).
Sin embargo, si un inversionista compra un instrumento global, lo trae al mercado local y realiza la ganancia aquí, la tributación es significativamente menor (5% o 6.25%). Este diferencial es un atractivo importante para el flujo de capitales.
La BVL vive su momento clave
Las perspectivas para la Bolsa de Valores de Lima (BVL) este año son alentadoras, sostiene Zevallos.
El crecimiento de la base de inversionistas gracias a la digitalización y la simplificación de registros, la continua adopción de valores extranjeros que inyectan liquidez, y el atractivo beneficio tributario de las ganancias generadas localmente, son pilares sólidos.
Asimismo, la irrupción de fondos como el ETF de deuda soberana, que por primera vez pone al alcance de la población instrumentos de alta calidad crediticia y rentabilidad, marcan un hito en la democratización del mercado.
Estamos en un momento de ebullición, agrega.
El mercado de valores peruano está dejando de ser un club exclusivo para convertirse en un espacio más inclusivo y dinámico, donde las oportunidades de inversión son cada vez más tangibles para todos. Es un camino de crecimiento que, con responsabilidad y visión, promete un futuro financiero más robusto para nuestro país.
ETF peruano
- Quizás uno de los desarrollos más emocionantes es la aparición del primer ETF peruano que permite a cualquier ciudadano invertir en deuda soberana.
- Históricamente, la compra de bonos del Estado estaba restringida a grandes montos y tipos específicos de inversionistas, dejando fuera a la persona común.
- Este ETF cambia las reglas del juego. Al emitir pequeñas cuotas, accesibles desde montos tan bajos como 10 o 20 dólares, abre las puertas de este instrumento de alta calidad crediticia al retail.
Más en Andina:
(FIN) DOP/SDD