La Dirección Regional de Salud (Diresa) Cajamarca reportó ocho casos de tos ferina en esta región en lo que va del año, la mayoría son niños menores de 5 años y no registran las dosis completas de vacunas; no obstante, su estado de salud es estable, se informó.
Edwin Anyaypoma Ocón, director de Epidemiología de la Diresa, informó a la Agencia Andina que se reportaron 40 casos sospechosos de los cuales 8 fueron confirmados en las provincias de Jaén, San Ignacio y Cajamarca.

“Todos los pacientes están estables, algunos han sido dados de alta y otros siguen hospitalizados. No tenemos ningún fallecido”, afirmó el funcionario, al incidir en el alto grado de contagio que tiene esta enfermedad.
“La situación nos preocupa, hay una tendencia al incremento de casos. Tenemos que implementar rápidamente medidas para evitar su dispersión. El descenso de temperatura puede contribuir en el contagio, pero la tos ferina es una enfermedad bacteriana”, acotó.
El epidemiólogo comentó que la bacteria encuentra condiciones favorables para su transmisión y los casos podrían incrementarse. Si no se identifica a tiempo, la situación podría agudizar. “Los casos tienen que ser investigados, identificar los contactos, hacer cercos, vacunación, bloqueos a cinco cuadras a la redonda, por manzanas, etcétera”.

Se trata de una enfermedad transmisible por vía respiratoria, todos los contactos del paciente infectado tienen que identificarse para ver la situación, confirmar o descartar el contagio porque puede que se conviertan en portadores, desarrollen la enfermedad y sigan contagiando a otros, subrayó.
Del total de casos sospechosos se determinó que el 19 % están vacunados y el 81 % no figuran como protegidos, es decir, “probablemente tienen la vacunación incompleta o no tienen vacunación. La vacuna se aplica a los dos, cuatro y seis meses de nacido. De repente algunos van por su primera o segunda dosis, o han pasado la edad”, indicó Anyaypoma.

Evitar automedicarse
El director de Epidemiología instó a la población evitar automedicarse porque podría dar una sensación de aparente mejoraría, pero el problema se puede agudizar. La tos ferina tiene dos etapas: una fase catarral que es similar a un resfrío o gripe con temperaturas altas, secreción nasal, lagrimeo, tos, y evoluciona muy rápido.
“A los pocos días la persona puede estar con tos aguda, una tos paroxística muy preocupante que le impide respirar, se vuelve oscuro, sinóptico. Después de la tos casi siempre hay vómitos y eso es una alta sospecha de que se trata de tos ferina”, afirmó el epidemiólogo, al precisar que en esa situación se requiere un tratamiento clínico oportuno, con antibióticos, medicamentos para controlar, para facilitar la respiración y otros problemas.

Señaló que todos podemos contagiarnos, pero los más vulnerables son los niños menores de 5 años, de un año y adultos mayores. “Es importante no automedicarse, se debe acudir al centro de salud para ser atendido por el médico, y según la evaluación que haga, determinar si estamos frente a un caso probable o sospechoso, y tratarlo como tal”, puntualizó.