10:26 | Lima, mar. 06 (ANDINA).
Contar con un buen clima institucional al interior de los colegios y un ambiente de armonía en los hogares son factores clave para lograr un mejor desempeño de los alumnos y evitar el fracaso escolar, sostuvo el educador Jesús Herrero, coordinador nacional de la institución educativa Fe y Alegría.
En diálogo con la agencia Andina, señaló que el clima institucional se expresa en un ambiente de trabajo acogedor, amable, amigable, que en el caso de la escuela contribuye a motivar a los docentes para hacer bien su labor y, como consecuencia de ello, en una enseñanza a conciencia al alumno, quien también se sentirá a gusto en su colegio y con seguridad va a aprender.
Para que este clima institucional sea el adecuado, se requiere contar con directores que ejerzan un liderazgo en el colegio, que estimulen una buena convivencia entre profesores, padres de familia, trabajadores del colegio y alumnos, lo cual se traducirá en una comunidad educativa capaz de formar ciudadanos capaces de contribuir al progreso de la sociedad y el país.
“Es importante tener un ambiente en el que el niño pueda aprender, pero sobre todo, crecer como persona. Y este ambiente debe ser acogedor y lúdico en el caso de los niños que van por primera vez al colegio, así como motivador para los que estudian en primaria y secundaria. Un espacio donde el niño no tenga que sufrir, sino donde puede disfrutar”, dijo.
Si bien el clima institucional se debe manifestar en el colegio, hay un clima institucional que debe expresarse en el aula y allí ocupa un rol fundamental el profesor que conoce a sus alumnos, que sabe sus problemas, y que en función de ello puede diseñar métodos de enseñanza que permitan un efectivo aprendizaje.
Herrero afirmó que el clima institucional por sí solo no es suficiente y por ello debe estar acompañado de un buen clima familiar, dado que el hogar es el lugar donde vive la persona y, en consecuencia, pasa la mayor parte de su tiempo.
“Es allí donde, lamentablemente, encontramos grandes problemas, sobre todo en los sectores más pobres. Allí vemos carencias y limitaciones materiales y afectivas, con ausencia de los padres, violencia doméstica, entre otros problemas, que son totalmente opuestos a un crecimiento personal y dificultan el aprendizaje de los niños”, dijo.
En estos casos, el educador consideró importante que los colegios cuenten, además del personal docente, con psicólogos y trabajadores sociales que permitan hacer un acompañamiento adecuado de los estudiantes en sus logros de aprendizaje y crecimiento personal.
En el caso de los psicólogos, se trata de profesionales que están en capacidad de detectar si el alumno presenta algún problema de aprendizaje relacionado con su entorno familiar y forma de crianza, que se expresa en su carácter y comportamiento, facilidad o dificultad para socializar, y, en casos graves, trastornos mentales que requieren un tratamiento especial.
Por su parte, los trabajadores sociales permiten conocer mejor la realidad socioeconómica de los alumnos y con ello ayudar a los docentes a fortalecer la comunicación con los padres de familia con el propósito de cooperar para una adecuada formación de los niños.
“Actualmente, los docentes deben actuar no solo como educadores, sino también como psicólogos y trabajadores sociales, sobrecargando su trabajo. Además, hay que tener en cuenta que los docentes tienen sus propias responsabilidades familiares. Y si no hay un adecuado clima institucional, entonces se genera situaciones de estrés que pueden afectar el desempeño del profesor y el incumplimiento de los logros de aprendizaje”, manifestó.
En el caso de los colegios de Fe y Alegría –destacó- existe una preocupación por la historia de cada alumno desde que se matricula por primera vez, lo que permite brindar una orientación más efectiva.
Para ello, se establecen convenios con los establecimientos del sector salud para recibir la visita de psicólogos que hagan unas fichas de los alumnos –sobre todo de los nuevos y en los primeros grados- a fin de conocer sin presentan algún problema o limitación que no necesariamente se observan a primera vista.
“Con esas fichas los profesores saben en qué aspectos hay que trabajar mejor. Ello ha permitido implementar, en los primeros grados, aulas especiales que llamamos ‘de sensibilización’ en las que se realizan actividades como expresión corporal y de aprestamiento para que puedan desenvolverse bien en el aula y el colegio”, indicó.
Para mejorar el clima familiar en los colegios Fe y Alegría se desarrollan “Escuelas para Padres” en las que se abordan aspectos relacionados a cómo realizar un adecuado acompañamiento a los hijos en el hogar luego de asistir a clases.
De esta manera, los padres de familia aprenden a elaborar un horario en el que sus hijos puedan realizar las tareas escolares, aprovechar el tiempo libre en actividades deportivas o que estimulen su desarrollo artístico, momentos de diálogo familiar para fortalecer la confianza mutua, hacer un buen seguimiento del avance en el logro de aprendizajes, entre otros aspectos.
Esta manera de abordar la educación y formación de sus alumnos ha permitido que Fe y Alegría registre muy bajos índices de repitencia y ninguno de deserción escolar, y, por el contrario, ha contribuido a que ex alumnos accedan a becas integrales de estudio para estudiar carreras completas, otorgadas por universidades de prestigio.
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Publicado: 6/3/2010