El Gobierno boliviano anuló el permiso para que abran los templos religiosos con un tercio del aforo durante la cuarentena, que generó malestar entre artistas que pedían que también se abran los teatros y otros espacios culturales para poder trabajar.
El Gobierno transitorio de Jeanine Áñez aprobó un decreto que "difiere" la realización de "actos y ceremonias religiosas" con medidas de bioseguridad, como la limitación del aforo en los templos, que desde el pasado lunes estaba autorizaba al entrar parte del país en una cuarentena menos estricta.
La nueva disposición señala que se difieren estos actos religiosos "hasta el levantamiento de la cuarentena nacional, condicionada y dinámica" en el conjunto del país. La pasada semana los artistas bolivianos criticaron en redes sociales que se permita abrir templos religiosos y que no se pueda ir a teatros, cines o salas de exposiciones con las mismas restricciones y medidas de bioseguridad.
Este sector, está paralizado por más de setenta días por la cuarentena que rige desde finales de marzo en el país, difundió mensajes como "si abren las iglesias que también abran los teatros", al ser uno de los más golpeados por las medidas restrictivas para evitar el contagio de la covid-19.
Los artistas pedían también la renuncia de la entonces ministra de Culturas, Martha Yujra, por falta de apoyo a este sector ante el estado de emergencia sanitaria en el país.
Este pasado jueves Áñez decidió suprimir tres carteras de Estado, entre ellas Culturas, para que pasen a ser viceministerios y así reducir gastos que pueden ser utilizados para hacer frente a la pandemia, lo que causó que nuevamente los artistas pronuncien su desacuerdo a través de redes sociales.
Muchos artistas utilizan fotografías con el mensaje "Yo soy un artista, no soy un gasto absurdo".
La cuarentena se ha flexibilizado en parte de Bolivia desde el pasado lunes, en un intento de reactivar la economía, pero sigue estricta en regiones más golpeadas por el coronavirus, que ha provocado 415 fallecidos y 12.245 contagiados en el país, de unos once millones de habitantes, según datos oficiales.