Esperó durante seis meses los resultados finales del concurso de la beca Stipendium Hungaricum. Parecía una agonía eterna, confiesa Andrea Jara Quispe, que, tras ganar la convocatoria 2024, seguirá una maestría en biotecnología agrícola en la Universidad Húngara de Agricultura y Ciencias de la Vida (MATE), una de las mejores universidades del mundo, con todos los gastos cubiertos.
La peruana de 30 años, bachiller en Biología por la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), señala que ha sido una noticia muy gratificante obtener este importante logro después de haber esperado tanto tiempo.
“Mi expectativa es poder adquirir todas las habilidades y seguir desarrollándome en mi campo de estudio. Dadas todas las problemáticas que enfrentamos con el cambio climático, espero lograr todos los conocimientos posibles para combatir la inseguridad alimentaria en el Perú y en el mundo”, señaló la becaria a la agencia Andina.
Su objetivo académico y laboral, después de trabajar durante tres años en el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), es implementar proyectos que ayuden a conservar la agrobiodiversidad a nivel de términos genéticos y mejorar los cultivos agronómicos que finalmente caracterizan al Perú. Un ejemplo es lo que sucede con la papa, que siempre enfrenta muchos problemas por el cambio climático, las heladas y algunas plagas.
De igual modo, espera poder monitorear a futuros investigadores. Para resumirlo, le gustaría desarrollar proyectos de investigación, que tengan que ver con la biotecnología aplicada a la agricultura y poder ayudar a estudiantes a adquirir esos nuevos conocimientos que se desarrollan en otros países.
Este deseo de trabajar con los más jóvenes le afloró a partir de ejercer la docencia en el programa de bachillerato internacional del Colegio San Ignacio de Recalde. Actualmente, enseña Biology, un curso que lo dicta en el idioma de inglés.
“Estoy desempeñándome como profesora, pero esta es una etapa de transición. Es algo que quería explorar realmente. La docencia me ha gustado mucho. Yo trabajo con jóvenes de cuarto y quinto secundaria que son muy talentosos y eso también me ha motivado a seguir estudios más avanzados”.
En esa idea de aplicar la investigación y de ejercer proyectos transdisciplinarios, Andrea esta muy enfocada en el desarrollo de la juventud, en brindarles una educación de calidad en ciencias y en impulsar el alfabetismo científico.
Razones para estudiar biología
El primer paso para estudiar esa carrera lo dio en Washington D. C., Estados Unidos. En esa búsqueda de motivos para elegir su profesión, recuerda que tuvo la oportunidad de participar en un intercambio académico, donde conoció a una estudiante de pregrado de biología que le contó su perspectiva sobre esa ciencia natural. Ese momento fue clave para ella, pues al volver al Perú se puso a buscar dónde estudiar y en qué lugar ejercer esa carrera.
Los retos de estudiar ciencias en Perú fueron grandes, pero eso no significó un impedimento. Por el contrario, se puso a ver oportunidades y buscar mentores. Eso fue importante a lo largo de su desarrollo profesional, resalta.
Andrea, natural de Lima, ha tenido la oportunidad de trabajar en prestigiosos institutos de biología y de biotecnología. Además, ha realizado diferentes voluntariados, uno de ellos en la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Justo ahí participó en un proyecto que brindaba talleres gratuitos de ciencias para niñas de 8 a 11 años.
Recuerda, con mucha admiración, que ese proyecto era autogestionado por estudiantes de pregrado y al ver a esas niñas que tenían esa curiosidad innata, le fue imposible no seguir enganchada a la ciencia. Y es lo que también busca en un futuro, no solo quedarse en el campo de la investigación sino también seguir desarrollando esto en otros jóvenes, sobre todo en las mujeres.
Proyección en Hungría
“Ahora tengo la responsabilidad de aprender todo lo posible, y también de llevar conocimiento del Perú; creo que nosotros tenemos mucho para aportar. A veces nos olvidamos lo que sabemos de nuestro país como las tradiciones y el conocimiento mismo, de lo que vemos o de cómo hacemos ciencia. Eso se puede exportar. Ese bagaje de experiencia que se ha ido adquiriendo a lo largo de estos años y eso es lo que quiero trasladar a Hungría”.
Andrea, quien hará patria en una de las mejores universidades del mundo, viajará la última semana de agosto, porque justo la primera semana de septiembre inician las inducciones y luego empiezan las clases.
“Justo me voy a mudar a Budapest que es la capital. He visto que hay muchas facilidades por la conexión. Además, vamos a estar en el campus universitario y va a haber mucho intercambio estudiantil de diferentes países. Entonces, más allá de conocer la cultura húngara, estoy muy emocionada de poder conocer personas de otras partes del mundo”.
Reconoce que uno de los retos más grandes al llegar a ese país va a ser el idioma, pues no sabe ni una palabra en húngaro todavía, pero lo toma como un reto, ya que confía en que va aprenderlo para poder desempeñarse bien.
Crecimiento personal
Se plantean diversos elementos alrededor de la motivación para realizar un posgrado; sin embargo, se enfatiza en los más importantes: aumento en calidad de vida, oportunidades laborales, financiamiento de estudios, acompañamiento de profesores y factores económicos. Sin embargo, para ella el crecimiento personal es un aspecto fundamental.
"Voy a crecer a nivel personal, y eso va más allá de lo profesional y lo académico. Voy a convertirme en una persona más independiente; con más seguridad de poder ejercer cargos de mayor liderazgo que es algo que ya lo he hecho. Me voy a poder afianzar como ciudadana global, sobre todo en un ambiente donde hay mucha interconexión".
Andrea espera ver otras perspectivas de diferentes culturas y poder aplicarlas en los proyectos de investigación que vaya a desarrollar. "Creo que a veces se nos olvida la interculturalidad y eso es necesario para implementar mejores proyectos. Eso va a ser lo más principal que voy a poder adquirir de allá".
Consejos a jóvenes
En esa misma línea, explica que, para ser un ganador de una beca, lo principal es tener super claro por qué quieren seguir una carrera de pregrado o posgrado, pues si no lo tienen claro, y solo lo hacen por el hecho de viajar, no valdría la pena.
"Eso es lo principal. Saber cuál es la motivación real. Una vez que tengan eso definido, el siguiente paso es poder organizarse para poder presentar los papeles al país donde quieran estudiar y, teniendo eso en cuenta, poder construir su perfil".
Mi mayor consejo es evaluar bien, rodearse de personas que estén más adelante que uno mismo, por ejemplo, buscar mentores y sobre todo lanzarse y atreverse.
"Para mí ha sido un reto y también he recibido rechazos y aceptaciones; justo la beca ha sido una de esas aceptaciones. En el camino hay que permitirnos fallar. La motivación es una palabra clave".
Para Andrea, es importante tener a una persona que crea en uno, sobre todo en los momentos en los que uno falla, duda o flaquea de lo que está haciendo. En su caso particular, su papá, su mamá y su hermana siempre han creído en sus capacidades y se lo recordaban y eso le ha dado la confianza de poder lanzarse a hacer sus proyectos, y de permitirse fallar, pero con la misma motivación seguir adelante en busca de sus sueños.
"El momento más emotivo al recibir la beca fue cuando llamé llorando a mi mamá. Ella se asustó y me dijo qué pasó. Cuando le conté que gané la beca, se quebró y las dos nos pusimos a llorar por teléfono. Fue lindo. Ahí es donde me di cuenta que efectivamente la victoria no era solamente mía. Este logro es de todos los que lo vivieron con esa misma intensidad. Y eso es lo más bonito porque uno siente realmente el acompañamiento en la preocupación o el estrés. Mi familia siempre estuvo pendiente en este proceso".
Mensaje final
"A veces pensamos que los jóvenes son el futuro del país, pero no es tan así. Ellos no solamente son el futuro, son también el presente y como presente pueden hacer muchas cosas desde ahora. No es necesario esperar a ganar una beca para empezar a trabajar por un Perú mejor, por un mundo mejor".
Según señala, eso se empieza desde que uno lo decide y mientras más pronto se dé cuenta de lo mucho que puede aportar desde su posición actual sea cual sea. Así sea desde el colegio, la universidad o en lo profesional.
"Hay que trabajar de manera colaborativa y de velar por el bienestar de todos, pues el mundo va a seguir creciendo y no va a ser necesario una beca o lo que sea. Yo creo que eso sería el mensaje final".
Becas Stipendium Hungaricum
El programa Stipendium Hungaricum fue creado por el Gobierno de Hungría en el 2013. A través de este se entregan becas completas a extranjeros, incluidos los peruanos, para estudiar programas de pregrado, maestrías y doctorados en las principales universidades húngaras.
Entre el 2022 y 2024, tras la firma de un acuerdo interinstitucional entre el Pronabec y el Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio de Hungría, más de 60 peruanos han logrado acceder a una beca Stipendium Hungaricum, lo que les ha brindado la oportunidad de crecimiento profesional.
Los nuevos becarios son estudiantes de diversas regiones del Perú, entre las que se encuentran Arequipa, Cajamarca, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima, Loreto y Puno. Y gran parte de ellos proviene de universidades públicas, como la Universidad Nacional de Ingeniería, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana.
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JRA
Publicado: 21/7/2024