Las remesas que recibe el Perú representan el 1,7% del producto bruto interno (PBI) y continuarán siendo una fuente clave de ingresos para la economía, aunque su ritmo de crecimiento se moderaría hacia 2026, informó BBVA Research.
De acuerdo con el informe “Remesas a Argentina, Colombia y Perú: posible impacto de la política migratoria de EE.UU.”, estos flujos mantienen una importancia estructural, especialmente para poblaciones vulnerables que dependen de estos recursos para cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda y educación.
El estudio precisó que el 42% de las remesas que ingresan al país provienen de Estados Unidos, donde reside un importante número de migrantes peruanos. Añadió que el 70% de esta población se estableció antes de 2010, lo que evidencia un alto nivel de arraigo y estabilidad.
Asimismo, señaló que la mayoría de los migrantes peruanos en EE. UU. cuenta con inserción laboral en sectores como educación, salud y servicios, además de un nivel educativo medio-alto, factores que contribuyen a una mayor resiliencia frente a cambios en las condiciones migratorias.
BBVA Research destacó que más de la mitad de los migrantes peruanos son propietarios de su vivienda, lo que reduce su vulnerabilidad ante escenarios migratorios más restrictivos en el país receptor.
Respecto a los posibles cambios en la política migratoria estadounidense, el informe analizó distintos escenarios y concluyó que, incluso en uno severo con mayores deportaciones y menor flujo de nuevos migrantes, el impacto sobre las remesas que recibe el Perú sería moderado.
En un escenario base, la entidad proyectó un crecimiento anual de 2,5% en la población migrante peruana en Estados Unidos, sin variaciones significativas en los niveles de deportación, lo que permitiría mantener la estabilidad de los envíos de dinero.
Crecimiento moderado hacia 2026
BBVA Research estimó que entre 2025 y 2026 las remesas hacia el Perú registrarían un crecimiento acumulado de 5,2% en términos absolutos. No obstante, su participación en el PBI se reduciría ligeramente, en un contexto de mayor crecimiento económico interno y una moderación del ritmo migratorio.
En ese escenario, el flujo de remesas se mantendría relativamente estable en un rango de entre 1,5% y 1,7% del PBI, confirmando su relevancia como una de las principales fuentes de ingreso externo.
En comparación regional, el informe indicó que el Perú se ubica por debajo de Colombia, donde las remesas representan el 2,8% del PBI, pero por encima de Argentina, que registra una participación de apenas 0,2%. En tanto, México muestra una mayor dependencia, con remesas equivalentes al 3,5% de su PBI.
Finalmente, BBVA Research resaltó que el Perú presenta una menor dependencia del mercado estadounidense en relación con otros países de la región, ya que el 42% de sus remesas proviene de ese país, frente al 53% en Colombia y el 97% en México, lo que permite diversificar riesgos en un contexto internacional más incierto.