El portal de BBC Mundo relató este miércoles la historia del médico anestesiólogo y reanimador del hospital IRCCS Humanitas de Milán, Antonio Messina, quien confesó, en una carta, que no internaría a su abuela en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
"Mi abuela tiene 86 años, es lúcida, tiene buena salud, pero es muy probable que no saliese viva de un tratamiento de cuidado intensivos", señaló el medio de comunicación británico.
El galeno indicó que esa situación no es algo raro en Italia, que ya registra 105,000 casos estimados y es la segunda nación más afectada a nivel mundial detrás de Estados Unidos con 189,000.
"Nosotros elegimos a diario y en equipo qué tratamiento aplicar según las condiciones de los pacientes y su expectativa de vida. Se llama proporcionalidad de los tratamientos", refirió Messina, quien agregó que en medicina se pueden hacer muchas cosas y las máquinas se pueden usar en muchos ámbitos.
Comentó también a BBC Mundo que hay un momento en que lo que están haciendo ya no es funcional para la supervivencia del paciente y en que la aplicación de la técnica prevalece sobre las expectativas de curación.
"Además hay que tener en cuenta la voluntad del paciente, y estoy seguro de que mi abuela tampoco querría entrar en cuidados intensivos", apuntó.
Adaptación
El médico italiano, de 39 años, dijo, que al principio, la parte más difícil fue adaptarse a trabajar durante tantas horas dentro de esos "monos protectores".
"Es muy duro, física y mentalmente, e incluso la dimensión del tiempo cambia radicalmente. Además, tardamos unos 20 minutos para vestirnos. Y, una vez acabado el turno, para salir de la UCI tardamos 30, 40 minutos o incluso una hora", contó.
Acotó que para desvestirse hace falta la ayuda de una persona externa que no esté contaminada, y este proceso solo se puede hacer con una persona a la vez. "Si somos 10 los que acabamos de trabajar, tenemos que esperar nuestro turno para salir", manifestó.
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(FIN) BBC/JAM