El uso de la inteligencia artificial es una de las grandes aplicaciones con que cuenta la oftalmología, más aún si es una rama de las ciencias de la computación que desarrolla algoritmos que simulen la inteligencia humana.
Al respecto, Vicente Morín, subdirector Médico-Instituto Oftalmosalud considera que la inteligencia artificial tiene numerosas aplicaciones en la medicina en general y en concreto en la oftalmología. Sus aplicaciones ayudan en el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades oculares.
“Un diagnóstico o una conducta médica no solo parte de un síntoma o un signo de la enfermedad. El proceso de toma de decisiones médicas es adoptado sobre el aprendizaje previo y experiencias acumuladas desde la escuela de medicina, la práctica clínica diaria y el enriquecedor trabajo científico. Este conjunto de información contribuye en la adopción de uno u otro tratamiento”, expresó.
Enfermedades oculares
Así, la inteligencia artificial del big data nos ayuda en estudios epidemiolo´gico-demogra´ficos donde se emplean bases de datos que sirven en el análisis de múltiples variables epidemiológicas de enfermedades destinadas a conocer y comprender el comportamiento de diferentes enfermedades oculares, manifestó Morín.
Explicó que, dentro de la córnea y la superficie ocular, la inteligencia artificial contribuye en la realización de nomogramas de tratamiento y en la predicción de resultados, como puede ser un diagnóstico precoz de implante de anillos intraestromales en el tratamiento de la ectasia corneal.
“El análisis de las imágenes de fondo de ojo es una de las primeras aplicaciones de la inteligencia artificial; actualmente, se pueden realizar tomas simples mediante un Smartphone que puede ayudar en el diagnóstico precoz de alteraciones a nivel de la retina”, puntualizó.
Detección precoz
En el tratamiento del glaucoma el objetivo de la inteligencia artificial está dirigido al uso de redes neuronales en la detección precoz de esta enfermedad y evitar así una ceguera irreversible.
La búsqueda de cambios del nervio óptico de manera temprana impide el avance de posibles alteraciones; así como una oportuna modificación del tratamiento.
En ese sentido, señaló que la aplicación de algoritmos ayuda a la detección temprana y seguimiento de pacientes con queratocono, así como también establecer la etapa en la cual se encuentra la enfermedad y ofrecer el tratamiento adecuado.
Cabe mencionar que el queratocono es una afección ocular en la que la córnea cambia su forma, asemejándose a la forma de un cono. Esta condición origina visión borrosa y distorsionada y la consiguiente dificultad al momento de realizar el quehacer diario.
“Estos avances evolucionan diariamente y facilita a los médicos la adopción de una mejor atención al paciente. La inteligencia artificial no suple al médico, sino viene a complementar sus conocimientos”, concluyó el galeno.
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