El viceministro de Infraestructuras italiano, Edoardo Rixi, confirmó hoy que hasta ahora 22 personas han muerto tras el derrumbe de un tramo de un viaducto en la ciudad italiana de Génova (noroeste), a la vez que señaló que "por desgracia aumentará" el número de víctimas mortales.
Por su parte, el cuerpo de bomberos comunicó que "ahora mismo la situación es crítica" y hasta la zona se han trasladado doce de sus equipos para retirar los escombros, así como personal médico y de protección civil.
El siniestro ocurrió en el puente Morandi, de 1,182 metros de longitud y 90 metros de altura, y del que se vino abajo un tramo de dos carriles de unos cien metros de largo, sepultando bajo los escombros a varios vehículos.
Los bomberos informaron en Twitter que el derrumbe se produjo alrededor de las 12:00, hora local (10:00 GMT), y que trabajan activamente con medios del Equipo de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR por sus siglas en inglés) y con perros.
El puente fue construido en la década de 1960 y une la autopista A10, que llega desde la frontera de Francia, con la A7 hacia Milán (norte).
El viaducto transcurre sobre una zona urbana en la que hay centros comerciales, edificios residenciales y áreas industriales.
El ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli, sigue "con la máxima aprensión" lo sucedido en Génova, hasta donde se trasladará mañana, informaron fuentes oficiales.