Arqueólogos peruanos descubrieron un recinto enlucido de color blanco, perteneciente al periodo Formativo, en la parte alta del templo ceremonial de Rurupa, ubicado en el distrito de Ancohuallo, provincia de Chincheros, departamento de Apurímac.
Este importante hallazgo estuvo bajo la dirección del arqueólogo Edison Mendoza, docente de la escuela profesional de Arqueología e Historia de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, quien lidera un equipo conformado por estudiantes de dicha carrera profesional.
En el lugar se ha develado dos momentos constructivos, la primera corresponde al Periodo Formativo Medio (1,000-800 a.C.) donde se levantó una plataforma rectangular con una escalinata de tres peldaños.
De igual manera, en la parte alta del mismo sitio se construyeron tres estructuras de plantas rectangulares, una antesala y luego se divide en dos estructuras independientes en posición equidistante, cada una con puertas.
“Lo resaltante es que se hallan enlucidas con una capa de color blanco. Encima lo pintaron con varios colores: plomo, marrón y rojizo. Este tipo de arquitectura es muy rara en la sierra peruana; al contrario, son evidencias muy costeñas, lo que prueba contactos con sitios de esa parte del país”, sostuvo Edison Mendoza en entrevista exclusiva con la Agencia de Noticias Andina.
Asimismo, explicó que, por su ubicación en la parte alta del templo, este tipo de recintos sugiere corresponder a un espacio especial vinculado con actividades rituales.
“Al interior de uno de ellos hemos encontrado un altar rectangular, encima del cual se halló el cráneo de un cuy, que en la actualidad no solo está relacionado como alimento, sino también a prácticas rituales”, detalló el arqueólogo.
Segundo momento del hallazgo
El segundo momento del descubrimiento responde al periodo Formativo Tardío (800 a.C. - 400 a.C.) algunas estructuras están cubiertas con tierra y relleno de piedra. A la vez, el templo se monumentaliza, se ensancha horizontal y verticalmente.
Su tecnología constructiva cambia del uso de bloques pequeños de piedra a otra donde se usan bloques mucho mayores.
De igual modo, en la parte alta se edificó una planta hundida de forma cuadrada, conectada a los lados por escalinatas de dos peldaños. Sus cambios simbolizan la llegada de una nueva ideología, pero su cerámica aún no es clara, por lo que los especialistas están en proceso de análisis.
“Por sus características la plataforma de Rurupa, que tiene aproximadamente 3,000 años de antigüedad, representa a un centro ceremonial relacionada con actividades rituales; lo que indica que el área fue una zona compleja y dinámica con visitantes de muchos lugares”, agregó Edison Mendoza.
Las excavaciones estuvieron autorizadas por el Ministerio de Cultura con la Resolución Directoral N° 000453-2023-DCIA/MC, bajo la supervisión de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Apurímac.
En tanto, los trabajos se realizaron con apoyo del alcalde del municipio distrital de Ancohuallo, Miguel Huacre Méndez.
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