Las festividades de fin de año en Perú se tornan hacia la sostenibilidad, adoptando prácticas conscientes que honran y protegen el entorno natural. Este compromiso con el planeta se convierte en el regalo más significativo para las generaciones venideras. En esta nota te compartimos algunas recomendaciones para decirle adiós al año viejo de la mejor manera.
Moda sostenible:
En los últimos 15 años, el consumo de prendas de vestir ha aumentado en un 60 %, mientras que su vida útil se ha reducido a la mitad. Este patrón genera una carga significativa para el planeta: la industria de la moda, que representa el segundo mayor consumidor de agua, es responsable de entre el 2 % y el 8 % de las emisiones globales de carbono.
Durante las festividades, se evidencia un vigoroso impulso hacia la adopción de la
moda sostenible. Marcas locales comprometidas con
procesos ecoamigables y materiales reciclados se destacan, ofreciendo opciones de vestimenta elegantes y éticas para celebrar de manera responsable.
Comprar y viajar localmente:
Adquirir bienes manufacturados en el país y alimentos cosechados localmente acarrea una serie de ventajas significativas. No solo puede resultar más económico, sino que también brinda apoyo directo a las empresas locales. Además, al reducir la distancia que deben viajar los productos, se minimiza el uso de combustibles fósiles en su transporte, disminuyendo así la huella de carbono.
Valorar y preferir los productos y destinos locales se convierte en un aspecto esencial. Optar por comprar regalos y alimentos de origen regional no solo estimula la economía local, sino que también tiene un impacto positivo al reducir las emisiones de carbono asociadas al transporte, al tiempo que fortalece los lazos comunitarios.
Reemplazar los desechables por reutilizables:
Cada minuto, el equivalente a un camión de basura repleto de plástico se vierte en nuestros océanos, generando una carga insostenible. La mitad de todo el plástico producido globalmente está diseñado para ser utilizado una sola vez antes de ser desechado. Esta contaminación plástica afecta gravemente la capacidad de los ecosistemas para adaptarse al cambio climático, impactando directamente los medios de vida, la producción de alimentos y el bienestar de millones de personas.
En el ámbito festivo, el abandono de productos desechables se transforma hacia la adopción de alternativas reutilizables. Vajillas, cubiertos y decoraciones reciclables o duraderas emergen como soluciones ecoamigables que ayudan a mitigar el impacto de los residuos en nuestro entorno.
Minimizar el desperdicio de alimentos:
Al adquirir los ingredientes para las celebraciones navideñas, es fundamental evitar el desperdicio de alimentos comprando únicamente lo necesario. Alarmantemente, un tercio de toda la comida producida a nivel mundial, aproximadamente 1.300 millones de toneladas, se desperdicia anualmente. De este total, casi 570 millones de toneladas terminan perdidas o desperdiciadas en los hogares, contribuyendo innecesariamente a la pérdida de biodiversidad, la contaminación y el cambio climático.
Durante esta temporada, la conciencia sobre la importancia de reducir el desperdicio alimentario se intensifica. Estrategias como la planificación de menús acorde al número de comensales, el adecuado almacenamiento de sobras y la donación de excedentes a quienes lo necesitan se convierten en prácticas habituales, demostrando un compromiso hacia una celebración más responsable.
Compra de objetos de segunda mano:
El auge del mercado de artículos de segunda mano se consolida, presentando una alternativa única y sostenible para regalos y decoraciones. Esta opción no solo disminuye la necesidad de adquirir productos nuevos, sino que también promueve la reutilización y contribuye a la reducción de la generación de residuos, abriendo paso a una celebración más consciente y responsable con el medio ambiente.
En medio de la festividad de fin de año, el compromiso con la preservación del medio ambiente se convierte en un propósito esencial para los peruanos. La transición hacia unas celebraciones más sostenibles se perfila como una prioridad, incorporando prácticas amigables con el entorno