Discernir entre la inquietud natural de los niños y la hiperactividad es un desafío que enfrentan tanto padres como docentes. Carlos Vera, médico psiquiatra del Hospital de Emergencia Grau de EsSalud brinda algunas pautas para diferenciarlos y gestionarlos de forma efectiva.
La inquietud, explica Vera, es una característica común en la infancia. Los niños suelen ser enérgicos, curiosos y traviesos, pero mantienen la capacidad de atender y detenerse ante las órdenes.
Señales de hiperactividad
A continuación, se presentan algunos indicadores que pueden ayudar a los maestros y padres de familia a identificar la hiperactividad en el aula:
- Inquietud constante: Los estudiantes hiperactivos suelen manifestar una incapacidad para permanecer quietos durante las actividades en clase. Pueden levantarse repetidamente de sus asientos, mover constantemente las manos o los pies, y cambiar de posición con frecuencia.
- Dificultad para seguir instrucciones: Los alumnos con hiperactividad pueden tener problemas para prestar atención a las instrucciones del maestro y para seguir las normas establecidas en el aula. Esto puede dar lugar a situaciones de desobediencia o falta de colaboración.
- Irritabilidad: Algunos niños o niñas hiperactivos se molestan o enojan rápidamente, hacen berrinches y se niegan a hacer cosas que no quieren hacer.
- Problemas de socialización: Pueden enfrentar dificultades para interactuar con otros niños y pueden experimentar conflictos en sus relaciones familiares y sociales.
- Impulsividad: La impulsividad es otro rasgo característico de la hiperactividad. Los estudiantes pueden actuar sin pensar en las consecuencias, interrumpir las conversaciones de los demás o tomar decisiones apresuradas sin considerar las opciones disponibles.
- Falta de concentración: Pueden distraerse fácilmente con estímulos externos, tienen dificultad para mantener la atención en una tarea específica o pierden el interés rápidamente en las actividades asignadas si las encuentran aburridas.
Ante la observación de estos signos, el doctor Vera enfatizó la importancia de buscar ayuda profesional. Padres y maestros pueden acudir a centros de salud mental para recibir orientación y evaluación especializada. Desde un tamizaje psicológico hasta posibles intervenciones psiquiátricas, si el caso lo amerita.
El experto también alertó sobre prácticas contraproducentes en la crianza de los niños, como el uso excesivo de dispositivos electrónicos para calmar su inquietud.
Al contrario a lo que se piensa, proporcionar un teléfono celular a un niño hiperactivo puede aumentar la distracción y la irritabilidad, así como afectar negativamente su desarrollo social y emocional.
El médico psiquiatra recordó a los padres de familia y maestros, que ningún niño debe ser excluido debido a sus dificultades en el aprendizaje, ya que esto puede aumentar el riesgo de acoso escolar y afectar su autoestima.
Dijo que los maestros desempeñan un papel fundamental para detectar y abordar las necesidades especiales de sus alumnos, colaborando estrechamente con los padres y los servicios de salud mental.
Recuerda que, para recibir orientación y consejería psicológica gratuita, puedes llamar a la Línea 107 de EsSalud, que atiende a asegurados y no asegurados a nivel nacional.