Fue en la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco donde Jermani encontró a otros estudiantes que compartían su interés por difundir el uso de las lenguas nativas en otros ámbitos, más allá del familiar, y empezar a hablarlas en lugares académicos. “Abrimos nuestro programa radial en quechua, en aimara y en lenguas amazónicas”, sostuvo.
“Participamos estudiantes de origen quechua, amazónico y aimara, y comenzamos a conversar en quechua en una universidad pública para difundir música y actividades culturales”.
Quechua y discriminación
La intención de incentivar el uso del quechua en espacios públicos se reforzó cuando el apurimeño llegó a la ciudad de Lima para estudiar un posgrado. Aquí, Jermani conoció a una señora que, tal vez por vergüenza, rechazaba usar su lengua materna y a un violinista callejero que solo la usó cuando encontró en él a un paisano.
“Es curioso este sentimiento que estoy seguro que a todos (los quechuahablantes) nos pasa: tenemos temor o cedemos a la represión de la sociedad que nos hace no querer expresarnos como somos”.
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El sociólogo Javier Díaz Albertini afirmó que el quechua "no es considerado una lengua de uso común, por lo que desde muy pequeñas las personas son criticadas no solo por usarlo, sino por hablar español con acento andino, que es considerado como una señal de ignorancia en el Perú".
El embajador quechua
La experiencia como docente en Estados Unidos cambió la vida de Jermani, quien ahora es estudiante de posgrado en la Universidad de Texas, en Austin, donde conocerá más sobre el quechua y su expresión en el sur del Perú.
"Cuando se supo la noticia de que iba a enseñar en Estados Unidos me escribieron personas que no conocía y que hablan quechua. Siento que esto ha tocado muchas sensibilidades [...] Siento satisfacción porque logré muchas cosas y me ha permitido hacer ver a otros que sin dejar nuestro idioma y nuestra identidad podemos llegar a hacer algo importante. [...] No tengamos miedo, hablemos en quechua", indicó.
Ojeda también consideró positivo el aporte de
Roxana Quispe Collante, quien llegó a sustentar sus tesis de doctorado en quechua, y de
Jovita Vásquez, que hizo lo mismo con su tesis de maestría en shipibo.
"Esta es una muestra de que la población va conociendo sus derechos lingüísticos y la necesidad de ir liberando la estructura académica de ese dominio occidental y hacer ver al Perú como un país de muchas culturas", señaló a la Agencia Andina.
Sin embargo, también se mostró crítico al afirmar que aún falta mucho para darle a las lenguas originarias el espacio que merecen dentro del sistema educativo del Perú.
"Todavía está pendiente enseñar en nuestras lenguas originarias en las universidades, que solo lo hacen en español. Hay muestras de avances, como en México, donde hay una maestría completamente en lengua náhuatl. El mundo está compuesto de diferentes conocimientos y ahí entra lo originario. Estoy seguro que también vamos a tener que abrir espacio para enseñar".
Además, Jermani Ojeda aseguró que en Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, ya existen discusiones sobre la inclusión de pueblos indígenas y que estos ya han logrado avances en sus respectivos países en cuanto a la reivindicación de sus derechos en la educación, lingüísticos y territoriales, pese a que son mucho menos que en el Perú, donde hay más de 4 millones de personas que reconocen hablar alguna lengua nativa, según el censo nacional del 2017.
"Quienes buscamos promover el quechua tenemos mucha tarea. Todavía está pendiente que haya enseñanza en quechua en las universidades [...] Siento que esa será la agenda que poco a poco los integrantes de comunidades indígenas vamos a ir abriendo desde el espacio académico", finalizó.
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(FIN) RSJ/ LAR/ CCH
JRA