Andina

¡Áncash celebra! Danza Negritos de Plata de Aija ya es Patrimonio Cultural de la Nación

Por ser una expresión de identidad de los aijinos que fortalece sus vínculos culturales

La danza Negritos de Plata constituye una danza tradicional de la ciudad de Aija, practicada en el marco de la festividad de la Virgen de la Candelaria.

La danza Negritos de Plata constituye una danza tradicional de la ciudad de Aija, practicada en el marco de la festividad de la Virgen de la Candelaria.

15:20 | Àncash, set. 30.

El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la danza “Negros de Plata” o “Qelle negro” del distrito y provincia de Aija, en la región Áncash, por tratarse de una expresión de identidad que fomenta el encuentro entre las familias locales y los residentes afuera de dicha circunscripción.

Mediante una Resolución Viceministerial publicada hoy en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano, se indica que este reconocimiento responde también a que esta danza constituye una representación coreográfica que evoca la condición de opresión sufrida por los esclavos de origen africano, así como su superación, aspecto que se ve representado en determinados elementos de la vestimenta en señal progreso social y económico.


Con esta distinción, los Negritos de Plata de Aija se suma a las danzas de los Negritos de Huánuco, el Hatajo de Negritos, las Pallitas, la Morenada, Negritos de Ingenio, Negrería de Huayllay, Negros de Malvas, Negrillos de Andahuaylas, Negritos de Huayllán y Negritos de Marcas, y Negritos del Suroeste de Huaytará, también declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación.

Danza Negritos de Plata

Esta danza constituye una danza tradicional de la ciudad de Aija, practicada en el marco de la festividad de la Virgen de la Candelaria. Se trata de una representación de esclavos de origen africano, realizada en una localidad andina en la que la población afroperuana nunca llegó a tener una presencia significativa. 


Así, forma parte de las danzas conocidas como negrerías o negritos, género dancístico difundido ampliamente en la región andina. Estas danzas, que suelen tener un origen colonial, representan el trabajo esclavizante de la población de origen africana, pero también al musulmán de piel oscura (converso o enemigo). 

En ambos casos, las características distintivas de uno y otro grupo humano son apropiadas y resignificadas por parte de la población local, indígena y mestiza. Estas representaciones se hayan integradas tanto a la cosmovisión andina como a la ritualidad cristiana. Los negritos resaltan por su devoción católica, en la mayoría de los casos por medio de la adoración al Niño Jesús.


La danza Negritos de Plata de Aija es ejecutada por cuatro cuadrillas que se corresponden con los cuatro barrios en los que se divide actualmente la ciudad de Aija. La organización de cada una con motivo de la festividad de la Virgen de la Candelaria recae en una mayorala, que debe convocar a los danzantes a ensayos y proveerles de músicos, comida y bebida. 

Quienes asumen este cargo festivo cuentan con el apoyo de los kellis u oferentes, quienes donan los alimentos y bebidas a ser consumidos por los elencos y sus acompañantes. Los kellis también pueden proveer a una mayorala de una banda de músicos, prendas para los Negros de Plata, y castillos de fuegos artificiales.


Vestimenta

Cada cuadrilla de Negritos de Plata de Aija está integrada por seis miembros. Cuatro varones adultos asumen el papel de negros, representando a esclavos de origen africano. Su vestimenta ha variado a través del tiempo, reflejando el estatus social y el poder adquisitivo de los danzantes. 


Actualmente, visten terno negro o azul marino, una camisa blanca y una corbata azul o roja. Por encima de ello llevan cruzadas dos bandas de color rojo o azul hechas con paño, adornadas con ribetes dorados y abundantes monedas de plata de cinco y nueve décimos. Este último elemento, que hace que las bandas sean particularmente pesadas, es considerado un atributo característico de los Negritos de plata de Aija, diferenciándolos de otras danzas de negritos en  localidades cercanas. 

Adicionalmente, los negritos llevan zapatos negros y un sombrero blanco de paja, adornado  con flores artificiales y largas cintas de colores que caen por las espaldas de los danzantes. Sobre cada hombro llevan una comadreja disecada que también va adornada con monedas de plata. Se trata de piezas antiguas que se legan de generación en generación, y que simbolizan la astucia frente a los problemas y la adversidad. Por último, al momento de danzar, los negros llevan en la mano izquierda una campanilla de plata atada a un cordón de cuero denominado chicotillo.

Música

Cada cuadrilla es acompañada por una banda de música, encargada de ejecutar las melodías propias de la danza Negritos de Plata de Aija. Las ejecutadas con mayor recurrencia cuentan con un compás cadencioso, aunque también se interpretan melodías más cortas y de ritmo rápido acompañadas de estribillos. 


En conjunto, están divididas en dos partes, cada una de las cuales se repite una vez. Ninguna melodía se repite inmediatamente; una vez finalizada una estrofa, la banda deja de tocar. El compás es marcado por un bombo y platillos, mientras que la melodía principal es tocada por ejecutantes de trompetas, acompañados por los sonidos de agudos clarinetes. La banda también incluye trombón, saxofón y saxofón tenor, que llenan el silencio dejado por el resto de instrumentos y adornan la melodía principal. Las bandas contratadas por las mayoralas o  sus kellis, también ejecutan huaynos en el transcurso de la festividad.

Momentos de la danza

La forma en que los Negritos de plata de Aija intervienen en la festividad varía según el contexto de ejecución de la danza. Los portadores dividen su práctica en cuatro momentos: el rompe calle (víspera), la adoración (veneración a la Virgen de la Candelaria en misa o procesión), un momento festivo (posterior a las misas de víspera y día central) y el pasacalle o ewallé (despedida). 


Los versos y la melodía que los acompaña también varían. Aquellos entonados durante el rompe calle y las visitas a autoridades incluyen tanto saludos como críticas y denuncias. En cambio, los versos de la adoración se centran en la devoción a la Virgen de la Candelaria. También identifica versos a modo de estribillo, que anteceden a melodías rápidas y tienen un contenido más crítico.

Seguimiento

La norma encarga a la Dirección de Patrimonio Inmaterial en coordinación con la Dirección Desconcentrada de Cultura de Huancavelica y la comunidad de portadores, la elaboración cada cinco años de un informe detallado sobre el estado de la expresión declarada, de modo que el registro institucional pueda ser actualizado en cuanto a los cambios producidos en la manifestación, los riesgos que pudiesen surgir en su vigencia, y otros aspectos relevantes, a efectos de realizar el seguimiento institucional de su desenvolvimiento y salvaguardia, de ser el caso.

El dispositivo legal lleva la firma de la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Leslie Carol Urteaga Peña.

(FIN) LZD/MAO
JRA

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Publicado: 30/9/2021