Alemania concluyó el lunes que el líder opositor ruso Alexéi Navalni fue envenenado y exhortó a Rusia a llevar ante la justicia a los responsables, cuando el caso deriva cada vez más hacia un litigio diplomático entre Berlín y Moscú.
Frente a la negación de las autoridades rusas, la canciller Angela Merkel dijo que los resultados de los expertos anunciados poco antes por los médicos alemanes "apuntan hacia un envenenamiento".
"Las autoridades en [Rusia] están llamadas de manera urgente a resolver este caso hasta el más mínimo detalle y con toda transparencia", exhortó en un comunicado conjunto con su ministro de Relaciones Exteriores Heiko Maas. Ambos piden que los responsables "sean llevados ante la justicia" para responder por sus actos.
Esta toma de posición se produce poco después de que el hospital berlinés de la Charité, donde Alexéi Navalni fue admitido el sábado, declarara que había hallado "signos de envenenamiento" en el organismo del opositor al Kremlin.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, pidió a Moscú realizar una "investigación independiente y transparente".
"La UE condena con firmeza lo que parece ser un ataque a la vida de Navalni", declaró. "El pueblo ruso y la comunidad internacional reclaman que se esclarezcan los hechos [...[ Los responsables deben rendir cuentas", agregó.