El aspirante presidencial de Alianza Popular, Alan García, señaló que, de volver al gobierno, empezará en el 2017 la construcción de un tren en la costa peruana, al que denominará "tren del Pacífico", y que unirá las regiones de Tumbes y Tacna.
La obra, explicó, consistirá en un tren de velocidad, que será mucho menos costoso que un tren bala, y que se edificará de manera progresiva, por tramos de cercanías, partiendo de Lima, ciudad desde la cual irá ampliándose hacia el norte y el sur del país.
El ferrocarril –que según sus cálculos estaría terminado en ocho años– se extenderá por una ruta de 2,240 kilómetros y circulará a una velocidad de 250 kilómetros por hora.
“En ocho años se puede hacer el recorrido”, expresó el exmandatario, mediante el nuevo espacio “Alan Responde”, que se transmitió esta mañana mediante su cuenta de la red social
Facebook, con el fin de interactuar con el público y contestar en tiempo real las consultas que se le formulen.
Por otro lado, el líder aprista también defendió su propuesta para crear un ministerio de la juventud, y señaló que este no será una oficina que agrupe a burócratas y a empleados públicos, sino un sector que unifique el trabajo que diversas instituciones realizan a favor de este sector social.
Dicho ministerio, añadió, tendrá entre sus objetivos profesionalizar a la juventud hacia carreras técnicas, así como promover la inclusión de jóvenes calificados en el sector público, y fomentar la titulación académica y los emprendimientos de este grupo poblacional.
“Las vacantes del Estado deben ser cubiertas por jóvenes profesionales y técnicos que le den más velocidad en cuanto a comunicaciones y gestiones al Estado”, apuntó.
Asimismo, reiteró que, de llegar al poder
nuevamente, dará continuidad el programa Beca 18 para financiar los estudios superiores de los jóvenes de escasos recursos, pero adicionándole el componente de especialización profesional y técnica de los becarios.
En otros temas, García Pérez anunció que en su gestión la minería informal se formalizará de manera gradual, pero “no a empujones ni a la bruta”, y rechazó la “contaminación salvaje” que sufren algunas zonas del país, producto de esta ilícita actividad.
Entre sus planteamientos también está exonerar del pago del Impuesto General a la Ventas (IGV) a los taxistas que adquieran nuevas unidades, dado que se trata de un bien que les permitirá trabajar y a la vez ofrecer un servicio a la comunidad.
Además, planteó que los trabajadores del taxi gocen de seguro de salud, jubilación y pensión digna.
(FIN) MVF/FHG
GRM
Publicado: 18/2/2016