El glaucoma es un mal silencioso que ataca el nervio óptico provocando la pérdida de la visión y son los adultos mayores los más propensos a desarrollarla, según diversas investigaciones.
Aunque a la fecha
no existe cura, con medicación o cirugía para revertirla
, si es posible detenerla.
Por ello, "el diagnóstico es el primer paso para detectar el grado de lesión en cada paciente”, señala Ana Jiménez Vega, oftalmóloga de la clínica médica Cayetano Heredia.
La especialista indica que la presión ocular elevada es el principal factor de riesgo para sufrir esta enfermedad. Sin embargo, los adultos jóvenes también podrían padecerla.
“En el caso del
glaucoma de ángulo abierto, que es la forma más frecuente, muchas veces no existen síntomas. Comienza con la pérdida de visión periférica o lateral.
Es posible que moviendo la cabeza hacia los lados el paciente compense esa molestia, pero no se dará cuenta hasta que la pérdida de la visión sea significativa", explica la especialista.
Los síntomas más comunes son la fotofobia, es decir, sensibilidad a la luz, ojo rojo, dolor, migraña, entre otros.
La oftalmóloga señala que existen casos de glaucoma que provocan náuseas, dolor y visión borrosa. En estos casos el paciente puede quedar ciego en poco tiempo porque se produce una presión ocular tan elevada que causan la muerte del nervio óptico en pocas horas. Ante ello advierte que es vital acudir de inmediato a un centro de salud.
La detección temprana es de vital importancia y por este motivo se realizará una “Campaña de Oftalmología” del 15 de setiembre al 30 de octubre.
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(FIN) NDP/RES
JRA
Publicado: 30/9/2021