Salvo algunos cambios menores, por ejemplo la significativa pérdida de su antiguo mirador, el palacio se mantiene igual que cuando estuvo en manos de sus primeros propietarios. Debido a su sólida construcción basada en ladrillos y quincha, ni el devastador terremoto de 1746 en Lima pudo afectar su estructura.
Detalles refinados
Desde el zaguán o el vestíbulo se despliega el diseño majestuoso de la mansión, el cual fusiona el estilo barroco andaluz con una exquisita decoración mudéjar, de influencia árabe. Esta rica amalgama se refleja tanto en la imponente portada de piedra tallada como en los balcones tipo cajón y los artesonados que adornan los diferentes techos del inmueble.
Balcones tipo cajón.
Enclavado en una de las esquinas del patio principal, se luce un mascarón de proa que representa a un león rampante, que evidencia la vinculación de la familia Tagle con la escuadra española de ultramar. Según la tradición oral, esta enorme pieza pertenecería un barco pirata capturado por los primeros inquilinos de este palacio colonial.
En la base de los corredores del piso superior se hallan ménsulas de madera talladas con figuras antropomorfas; mientras que en la fachada y en el techo de la escalera hacia al segundo piso se aprecia el escudo de la familia.
“Según la leyenda, uno de los marqueses de Torre Tagle peleó con una serpiente en sus sueños para liberar a la prisionera que era la novia, así que toda esa iconografía se reflejó en sus escudos”, contó el embajador Toro.
Calesa de colores vivos que data del año 1740.
Colección de arte
A través de visitas guiadas gratuitas, el Ministerio de Relaciones Exteriores promete a peruanos y extranjeros vivir una experiencia única y enriquecedora mientras recorren los bellos salones de esta enorme casona en la que se desarrollan altas funciones oficiales.
Sala de Tratados del Palacio Torre de Tagle.
Su colección de arte es notable. En su interior se exponen lámparas patrimoniales y muebles tallados de estilos Luis XV, neoclásicos, frailescos y Reina Ana. Alberga además una colección de obras pictóricas de Cristóbal de Aguilar, Carlos Baca-Flor, la Escuela Cusqueña y una muestra de las pinturas ecuestres que formaron parte de la colección Ortiz de Zevallos.
“Los cuadros más emblemáticos son los que están en la sala de Tratados, tenemos dos cuadros importantes de Teófilo Castillo, uno de los pintores más importantes de fines del siglo XIX, que hacen alusión a la procesión del Corpus Christi delante del Palacio de Torre Tagle”, resaltó el diplomático.
Retratos de José Gil de Castro en la sala de Embajadores.
En el salón de Embajadores, uno de los más suntuosos de la residencia limeña, se exhiben los retratos de los antiguos propietarios del Palacio elaborados por notables artistas peruanos como José Gil de Castro, quien retrató al cuarto marqués y segundo presidente del Perú, José Bernardo de Tagle y Portocarrero.