La vocación de la profesora Sonia Hidalgo parecía estar definida desde temprana edad: en su barrio jugaba a ser docente y dejaba tareas a sus pequeños amigos. Con el paso del tiempo, esa intuición se convirtió en certeza y en su juventud decidió estudiar la carrera de educación inicial.
"Es una carrera linda. Si ahora me preguntan qué quisiera estudiar, yo diría nuevamente educación inicial”, cuenta a la agencia Andina esta docente que estudió en la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV) y que se jubiló hace un año.
Ella forma parte del enorme grupo de maestros cesantes reconocidos el último martes en la ceremonia "Maestro que cambia vidas", organizada por la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (DRELM) para celebrar los años de servicio de al menos 1,200 profesores.
41 años de servicio
Muchos niños y niñas han acompañado a la profesora Sonia a lo largo de sus 41 años de servicio en dos instituciones de Lima: la I.E.I Santa Rosita y la I.E.I. 099 Cahuide, ubicadas en el Cercado de Lima y el distrito de Ate, respectivamente. En la primera estuvo 14 años y en la segunda 27 años.
Toda una vida entregada a la educación inicial, pero nunca se conformó. Tenía un vínculo laboral asegurado. Sin embargo, siempre se preocupó por fortalecer sus habilidades a fin de entregarle lo mejor a sus pequeñitos. Por ello, realizó una maestría y una especialización en el Minedu.
Jubilada pero feliz
Jubilada hace un año, cuenta con orgullo que se siente feliz de haber trabajado y compartido enseñanzas en ambas escuelas porque la marcaron mucho a nivel personal y laboral, debido a que conoció a buenas personas en dos verdaderas comunidades educativas.
“A mí me ha dado muy buenos recuerdos. Hasta ahora me llaman mis ex alumnos o se comunican conmigo a través de Facebook. Es una maravilla ser maestro. No me arrepiento”, dice muy emocionada.
Con el mismo tono de entusiasmo que imprimió en cada clase, agradece el apoyo de su familia, pues, su esposo y sus tres hijos siempre alimentaron su vocación; incluso su hija mayor, quien tiene 40 años, también es docente de educación inicial. El legado continúa, sostiene.
La vida de Sonia es muy plena y lo demuestra con esa contagiosa alegría, la misma que sintió cuando sus nietos ingresaron a estudiar a su centro de labores: la I.E.I. 099 Cahuide. Estaba muy feliz, pero eso sí, les puso las reglas bien claras. En el colegio, ella era la profesora Sonia.
“Todos sabían que eran mis nietos, pero las maestras tenemos un corazón tan grande que queremos a todos los niños. Cada año, nuestro corazón va creciendo porque todos ellos van siendo parte de nuestra familia”, señala.
Los niños también enseñan
Si hay que nombrar dos enseñanzas sobresalientes de los niños, serían una sinceridad que brilla y una observación a prueba de todo prejuicio. “Al niño hay que dejarlo dar sus ideas y proponerles que las comprueben a ver si son sinceras o no. Es importante escucharlos. Ellos tienen muchas cosas que enseñar. Son muy observadores”, apunta.
Para Sonia, es clave aprender a escuchar a los niños a fin de trabajar con proyectos que salen de sus intereses y desarrollar sus competencias. “Hay que entender al niño, ser profesoras investigadoras y conocer sus características”.
Al margen de estar jubilada, Sonia analiza la carrera magisterial del país y menciona que debería ser la mejor tratada porque es la profesión de donde nacen todas las demás.
"El maestro merece todos los homenajes, pero también mejoras en lo económico. Hay muchos docentes que quieren estudiar maestrías y doctorados pero no pueden por la escasa economía".
Sostiene que el magisterio tiene un montón de problemáticas, pero "el maestro da su vida y lo hace con mucho cariño”.
En la ceremonia del martes, la DRELM reconoció la labor docente de más de mil profesores y directivos de Lima Metropolitana que dedicaron sus vidas a la mejora de la calidad educativa del Perú.
“Es un gesto de gratitud del sector Educación a los maestros que han entregado muchos años de su vida por los niños de Lima y del país. Esta ceremonia es una gran fiesta de agradecimiento por todo ese esfuerzo durante décadas", dijo Luis Alberto Quintanilla, director de la DRELM.
"Los maestros han logrado transformar la vida de miles de estudiantes porque gracias a su labor, sueños y proyectos de vida se lograron, porque son maestros que tocaron su corazón a través de la confianza y guía que brindaron, eso queda para siempre, son aprendizajes para la vida.”
Es la primera vez que la DRELM reconoce a todos los maestros cesados tanto a le Educación Básica como en la superior no universitaria.