Huancavelica: así se celebra la tradicional y emblemática festividad del Niño Occe

Comparsas de diversas localidades se desplazan por rieles del icónico “Tren macho”

La alegría y el jolgorio hacen su entrada triunfal a la ciudad de Huancavelica embarcados sobre los rieles del histórico “Tren macho” para celebrar la tradicional y emblemática festividad del Niño Reyes o “Niño Occe”.

La alegría y el jolgorio hacen su entrada triunfal a la ciudad de Huancavelica embarcados sobre los rieles del histórico “Tren macho” para celebrar la tradicional y emblemática festividad del Niño Reyes o “Niño Occe”.

10:30 | Huancavelica, ene. 5.

La alegría y el jolgorio hacen su entrada triunfal a la ciudad de Huancavelica embarcados sobre los rieles del histórico “Tren macho” para celebrar la tradicional y emblemática festividad del Niño Reyes o “Niño Occe”.

Los habitantes de la Tierra del mercurio saben que es tiempo de que inicie la celebración de este auto sacramental. A las dos de la tarde se dan cita en la estación del tren para recibir a la banda que amenizará la celebración y con ellos los “Kichcamachus” para alegrar con sus sorpresivas y exultantes ocurrencias.


Antes, las bandas llegaban en los vagones del Tren macho, procedentes en su mayoría del valle del Mantaro. Esto originó la costumbre de esperar a las comparsas. No importa si llueve o brilla el sol, los amantes de la tradición están presentes, como este año que la lluvia es intermitente. Provistos de paraguas, cobertores plásticos o mantas algunos participantes bailan, beben cerveza y comparten con sus amistades, y otros solo disfrutan de la música desde lo alto de una colina.


Cada año los Kichcamachus realizan una teatralización diferente para el inicio de las fiestas, que duran del 4 al 8 de enero. Este año, al son de la banda Túpac Amaru, volvieron a arribar a bordo del Tren macho. Ataviados de sus trajes tradicionales y su picardía, los alegres personajes participantes llevan pantalón y casaquilla negra de balleta, bordados con hilos de coloridos colores por los bordes, así como una gorra también de varios colores y una máscara hecha de madera que muestra un sonriente viejo. En esta caracterización no puede faltar la manta atada a la espalda.


Los kichcamachus rememoran lo mejor de antaño, que era viajar con tren desde Huancayo a Huancavelica y viceversa en un viaje que no solo duraba cuatro horas, sino toda una vida que la llevamos como recuerdo en el alma. La tarifa era muy barata, tanto que costaba más comprarse un antojo en el trayecto como los que trajeron los pícaros personajes: pan bollo y dulce, en canastas, y el rico chicharroncito de Izcucha, las deliciosas tunas de Mejorada, la chicha de Jora y las papitas con queso de Yauli.


Los Kichcamachus representan el sincretismo de la religiosidad en la adoración al Niño Occe y el hombre andino.


(FIN) FHL

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Publicado: 5/1/2024