Andina

Pueblo de Gentiles: un viaje al corazón de la historia prehispánica de Salpo

Siete intensas horas de camino en busca del tesoro escondido en las alturas de Pagash Alto, enigmática

Crónica de un viaje al corazón de la historia prehispánica de Salpo, en la sierra de La Libertad. Foto: Luis Puell

Crónica de un viaje al corazón de la historia prehispánica de Salpo, en la sierra de La Libertad. Foto: Luis Puell

02:15 | Trujillo, nov. 21.

En el corazón de la sierra liberteña, a tan solo cinco horas de la bulliciosa Trujillo, yace un secreto ancestral conocido como "Pueblo de Gentiles", misterioso nombre que evoca imágenes de antiguas civilizaciones y despierta la curiosidad de cualquier periodista con un espíritu aventurero.



Impulsados por la promesa de desenterrar vestigios de un pasado prehispánico, partimos hacia este enigmático lugar ubicado en el distrito de Salpo, en la provincia de liberteña de Otuzco. Fuimos guiados por la experiencia de Víctor Diestra Luján, gerente de Desarrollo Económico de la comuna salpina que dirige el alcalde Sigifredo Rojas Guevara.



Nuestra jornada comenzó a las 07:00 horas, después de disfrutar de un revitalizante caldo de gallina en el mercado La Unión, en Trujillo. Con la moral alta, altísima, nos dirigimos hacia el caserío Pagash Alto, donde viven alrededor de 400 personas dedicadas a la agricultura, punto e partida hacia el Pueblo de Gentiles.


Allí, nos recibió el carismático agente municipal Teodoro Yzaguirre Villanueva, acompañado por el buen Eliazar Rodríguez Cruz y su hijo Jairo, de tan solo 12 años, quienes guardan la esperanza de que esta expedición permita que las autoridades locales, regional y nacionales puedan invertir para convertir para que Pueblo de Gentiles sea un destino turístico en la sierra liberteña.


Juntos formamos una comitiva decidida a desentrañar los secretos que se ocultaban en lo alto de los cerros.

Camino de retos y revelaciones


La caminata la iniciamos a las 9:00 horas, conscientes del calor que nos acompañaría en esta travesía. Desde Pagash Alto, nuestro destino se divisaba en la distancia, coronando un cerro bajo el mirador Mal Paso, en el caserío "El Milagro". El camino, una senda angosta y empinada, nos desafió desde el inicio. Durante las primeras horas, el silencio predominó la ruta, interrumpido solo por breves intercambios de palabras que delataban nuestra concentración en la meta.


Al mediodía, después de tres horas y media de ardua caminata, el cansancio era palpable. Incluso "Rayo", nuestro leal acompañante canino, jadeaba en busca de alivio. Sin embargo, fue en este punto donde comenzó el verdadero desafío. El camino transitado llegó a su fin, y Eliazar, nuestro guía experimentado, nos indicó que aún nos esperaba una hora más de ascenso a través de una montaña semiseca.

Sendero de espinas


Con machete en mano, Eliazar abrió paso entre la densa vegetación, enfrentándose a obstáculos de piedra y maleza que – varias veces - nos obligaban a retroceder y buscar nuevas rutas. Víctor y Teodoro muchas veces tuvieron que rampar debajo de arbustos espinosos para poder avanzar con determinación, pero tuvieron que hacerlo conteniendo la respiración para extraer las dolorosas espinas que se incrustaban en sus manos en cada tramo. Jairo, el más joven de nuestro grupo, se movía con agilidad, atento siempre al avance de su padre.


Fue en medio de este espinoso camino que nos encontramos con las primeras evidencias de nuestro destino. Las estructuras de piedra, testigos silenciosos de una civilización pasada que emergieron como guardianes de un tiempo olvidado. La emoción era palpable en el rostro de Eliazar mientras exclamaba: "¡Esto es 'Pueblo de Gentiles!'". Aquí, entre las piedras y la vegetación, yacían los restos de una cultura que aún guarda sus secretos.

Un legado por descubrir


En una cueva, los vestigios de lo que pudo haber sido una tumba revelaron ocho cráneos, huesos dispersos y fragmentos de vasijas rotas. Ante esta escena, Teodoro, con la convicción de un líder comunitario, expresó un anhelo compartido: "Queremos que el Ministerio de Cultura investigue este lugar, que esconde una riqueza cultural inmensa. La comunidad está dispuesta a colaborar para limpiar la zona y permitir el estudio de los expertos. Nuestro sueño es que este sitio se valore y se abra al turismo".

Las formaciones caprichosas del terreno sugerían terrazas y otras estructuras, aún intactas, esperando ser exploradas. Algunos sugieren que ello forma parte del sitio arqueológico el Gran Shamana, pero hace falta de un experto en la materia para determinarlo.


Según don Teodoro, en la meseta que se extiende por unos cinco kilómetros existen más secretos por descubrir, guardando pacientemente. Nuestras mentes nos dictaban seguir avanzando para hallar más vestigios, pero el cansancio ya había doblegado nuestras piernas y a otros del grupo la emoción.

“Este sitio es espectacular, hay tantas sensaciones con la naturaleza, piedras de donde salen aguas naturales, caminos estrechos, encontramos restos de un cementerio, vasijas de barro, por eso queremos que se investigue y limpie y que se haga realidad ya que tantos años esto ha estado olvidado y no se le ha tomado importancia, por eso hemos invitado a funcionarios de la Municipalidad de Salpo”, manifiesta don Teodoro.

Él afirma que poner en valor el sitio para atraer a los turistas significará una oportunidad para que la población local pueda generar ingresos económicos, debido a que la agricultura solo pueden desarrollarla tras la temporada de lluvia.

Después de almorzar emprendimos el camino de regreso y así culminó nuestra travesía por el "Pueblo de Gentiles", un viaje que no solo nos llevó a través de paisajes desafiantes, sino también a través del tiempo, hacia un pasado que susurra historias de grandeza y misterio.

Partimos con la esperanza de que estas tierras sean pronto reconocidas y estudiadas, dejamos atrás este rincón de la historia, sabiendo que su legado continúa vivo en la memoria de sus guardianes y en el corazón de quienes, como nosotros, se aventuran a descubrirlo.

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(FIN) LPZ/MAO

Publicado: 21/11/2024